Escrito a las @ 1:50 PM el dia 8 Julio 2018 por docespi
En cualquiera de esas raras situaciones en las que se desborda el molde, que podría describir como las ocasiones que las personas actuamos de acuerdo a nuestro propio instinto de supervivencia, situaciones límite, alertas diversas, los que tienen problemas de comunicación, que es como llaman a la incomunicación, y no pocas, incluso insuperables para personas principales de las que dicen que solo temen al ridículo, son los pupilos y lacayos de los prepotentes, que son los que en el resto de situaciones son invulnerables, y están a salvo ellos mismos, pero sus jefes, o por tenerlos hasta los paraos, y no los que lamen culos porque ayudan a salvar miserias de esa guisa, solo tienen que estar atentos a cambiar de chaqueta en el momento que se ha producido el cambio. Es donde más hacen el ridículo y se puede pillar a los oportunistas, pues no siempre aciertan ni en condiciones normales, como se podría entender fácilmente, lo que actúa en su provecho es el miedo que infunde a los demás por causas como la ignorancia, o no saber defenderse e incluso temer los abusos.
- Las personas estamos llenos de sabios consejos que raramente aplicamos a nosotros mismos, #frases de Oscar Wilde, pero los más abundantes son lo que estamos viendo lo contrario, realmente yo mismo puedo haber interpretao mal los símbolos, signos, iconos, semáforos, 10% de lenguaje convencional, pues de acuerdo con los verdaderos especialistas, el 90% de la comunicación o su contrario corresponde a lo no verbal, en especial en lenguas de cambio como el inglés y el español para el resto de hablantes de las otras de 4.000 a 6.000 lenguas que existen o han existido hasta el punto de apuntarlas en recuentos. No tengo empachos más recurrentes es que me contacte alguien o algo por lo que ve, y especialmente lo que hago, como además siempre ha sido antiguamente con la gente que osaba hacerse oír, comunicar algo, y no solo recibir órdenes de nuestros queridos amos, y cualquiera de los que intenta echarnos la mano por el hombro y acompañarnos en nuestra pena con su ejemplo, ambas cosas las que realmente intentamos mantener ocultas, por ejemplo el éxito, mantenerse parece lo difícil, y no solo alcanzarlo, apenas el 2% constituye lo que se llama Economía de la atención, o mensajes que realmente han impactado en la diana como para captar la intención ajena, y que realmente otros lo tomen en serio, pero también los fracasos, como son el 98% de los intentos, hasta el 100% los que no lo conseguimos nunca. Esa inmensa mayoría a la que dicen temer, pero más a los que pese a todo lo intentamos.
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