Monedero Judas chavista

Post thumbnail

Nadie ha inventao la mirada poética, la que se posa sobre las personas y las cosas y evoca pequeños sucesos que aunque están atados a su espacio y su tiempo permanecen en la memoria, bien porque ya estaban -una luz, una mirada, una sombra, un vacío, un reflejo, una coincidencia, un encuentro- o porque se incorporan nuevos. Las imágenes también son experiencia, información, enseñanza para la vida, para vivir. Podemos ir a los sitios que ya hemos visto en imágenes y pasear nuestra propia mirada y no se contradice con las demás, al contrario, todas las miradas pueden ayudar a nuestros ojos a ver. Algunos encarcelan la poesía entre los barrotes de otro libro pequeño y normalmente breve sin darse cuenta que son muchas las formas en las que el sentimiento poético puede manifestarse. La Alhambra de Granada es una de ellas: las paredes interiores de los palacios y las torres están decoraos con poemas epigráficos en caracteres árabes de al menos 3 poetas. Estos poemas se iluminan cuando la luz del Sol atraviesa las ventanas y los arcos. De la misma manera, algunas imágenes afortunadas (igual que algunas melodías pop y rock, igual que algunos dibujos iluminados con colores) se quedan grabadas en el cerebro y se iluminan cuando otras imágenes parecidas o sucesos reales semejantes pasan ante esa ventana del cerebro que son los ojos. El diafragma es el mecanismo más característico, genuino y diferenciador de las cámaras oscuras, también de las fotográficas, de las imágenes y de la visión. Fue Daniele Barbaro en 1568 quien sugirió colocar un diafragma en la cámara oscura para ver más nítidas las imágenes operando desde dentro. Aunque al plano focal por el que circula la película fotográfica en las cámaras modernas siempre tiene que llegar la misma cantidad de luz, no siempre se dan las mismas situaciones: hay diferencias entre la luz del día y la de la noche, entre la luz natural y la artificial, entre un interior y un exterior, entre una superficie que refleja luz y una superficie opaca, etc. Las cámaras fotográficas tienen 2 dispositivos reguladores de la luz, un obturador que se abre o se cierra durante más o menos tiempo, entre 1/1000 de segundo y disparos de varios segundos y un dispositivo propiamente fotográfico que es el diafragma, el pequeño orificio por el que entra la luz en la cámara oscura, también conocido como la abertura. A lo que más se parece es a la niña o círculo negro central del ojo humano, incluso en su funcionamiento: cuanto mayor es la abertura del diafragma mayor es la intensidad de luz que recibe la película. En términos generales, pues también depende de otros factores, cuando hay menos luz el diafragma debe estar más abierto y cuando hay más luz el diafragma debe estar más cerrado. Si aumentamos el tamaño del diafragma aumentaremos la claridad de la imagen, pero empeoraremos su definición en los planos situados por delante y por detrás del motivo o sujeto al que hemos enfocado. Es uno de los resultados visibles en las imágenes de reducir a un plano una escena de 3 dimensiones, el resultado también de la mejora que se obtiene al colocar delante del diafragma una lente convergente, es decir, más gruesa en el centro que en los lados. Por efecto de la superficie curvada de la lente los rayos de luz que la atraviesan se refractan hacia el eje óptico o centro de la imagen y llegan perfectamente enfocados, como puntos de luz al plano focal por el que circula la película fotográfica; mientras que los rayos de luz que entran por los bordes de la lente llegan al plano focal desenfocados, es decir, como círculos de confusión y no como puntos de luz. La abertura del diafragma se expresa mediante la llamada "escala f" y sus valores de mayor a menor son f/1.2, f/1.4, f/2, f/2.8, f/3.5, f/4, f/5.6, f/8, f/11, f/16, f/22 y f/32. El valor f/2 es una abertura muy grande y el valor f/22 es muy pequeña, es decir, cuanto menor es el número del diafragma la abertura es más grande y cuanto mayor es el número, la abertura es más pequeña. La relación de estos valores entre sí es la de doblar el valor anterior, es decir, f/2 es el doble que f/4, aunque también pueden aparecer en la escala "f" de algunas cámaras pasos intermedios y en la mayoría de los objetivos se puede situar el diafragma entre dos valores. El f/8 es el diafragma medio y para algunos fotógrafos e incluso asociaciones de fotógrafos, como la llamada F8, es el único. La escala f o escala de diafragmas es más o menos amplia según los objetivos y el valor que se tiene en cuenta es el de mayor abertura del diafragma, que está relacionado con la denominada luminosidad del objetivo. En la escala f se expresa con un "1" el valor de máxima abertura posible según el plano focal de la cámara, seguido de ":" y el diafragma más abierto del objetivo. Con un objetivo 1:1.2 se ven las cosas más claras que con un objetivo 1:1.4 ó un 1:2.8 ó un 1:5.6. El valor de un objetivo y su precio viene determinao por la máxima abertura, cuanto más abertura más claro se ve y más caro cuesta. Los hay de valor incalculable, objetos únicos como el 1:0.7 que la NASA, su creadora y propietaria prestó a Stanley Kubrick para el rodaje de escenas de época iluminadas con velas de Barry Lyndon en 1975. El valor de máximo cierre suele ser irrelevante a partir de f/11, es decir, f/16, f/22 e incluso f/33. Si hay tantos diafragmas en la "escala f", pues realmente bastaría con 3, el abierto, el intermedio y cerrado, es para compensar cómodamente la exposición de acuerdo con la escala de velocidades de obturación y no porque los fabricantes de cámaras quieran amargar la vida a los fotógrafos.

#Padrinazo

Post thumbnail

Diafragma en relación con el enfoque. Un sujeto u objeto fotografiao está enfocao correctamente cuando la distancia entre la lente más exterior del objetivo y el plano focal de la de película es la óptima. El enfoque por telémetro de algunas cámaras clásicas como la Leica está basado en un sistema parecido al de los ojos humanos: son 2 dispositivos, uno de los cuales mide la distancia real de la escena y otro la distancia ideal o fantasma de la cámara. Cuando se hacen coincidir los 2 está enfocado. Con las cámaras réflex no se plantea este problema porque vemos la escena a través del objetivo, igual que la película y en su mismo plano focal, pues el visor está justo encima del lugar por el que pasa la película fotográfica. Algunas cámaras réflex incorporan además un sistema de telémetro en el centro del visor. Los objetivos réflex "autofocus" hacen esta operación mediante uno de los 3 computadores que suelen tener estas cámaras: uno para la distancia focal o enfoque, otro para el fotómetro y uno más para el motor de arrastre; por eso gastan tantas pilas. El diafragma incide directamente en el plano o los planos que aparecen enfocaos en las fotos. Cuando se enfoca una escena siempre se hace teniendo en cuenta la distancia a la que se encuentra el motivo principal que se va a fotografiar, pero dependiendo del diafragma que hayamos elegido aparecerán enfocados más o menos planos de la escena por delante y por detrás del motivo principal. La distancia entre el plano más cercano y el plano más lejano de los que aparecen enfocados en una foto es lo que se denomina "profundidad de campo", aunque resulta mucho más comprensible hablar del plano o los planos que aparecen enfocados, como en el cine. La menor o mayor profundidad de campo de una foto depende de 3 factores: la abertura del diafragma, la más importante, el tipo de objetivo empleado (con un objetivo gran angular, la profundidad de campo, incluso a máxima abertura, será mayor que la de un teleobjetivo, que comprime los planos) y la distancia desde la que enfoca la cámara (no es lo mismo enfocar a distancias microscópicas que enfocar a infinito, es decir, cuanto más lejos está el objeto enfocado, mayor es la profundidad de campo o de planos enfocados y viceversa). En términos generales los fotógrafos deben recordar que cuanto menor es la abertura del diafragma (f/11, f/16 o f/22) mayor es la profundidad de campo y cuanto mayor es la abertura del diafragma (f/2.8, f/5.6) menor es la profundidad de campo. En los valores de la escala f intermedios la profundidad de campo es intermedia. La profundidad de campo o de planos que aparecerán enfocados en cada foto no se ve por el visor de la cámara ni en ningún otro indicativo (en algunos objetivos sí aparece una minúscula escala de profundidad de campo), tenemos que imaginarlo y esto sólo se consigue manejando con conocimiento de causa el mecanismo del diafragma en relación con los otros mecanismos de la cámara. Una vez elegido y enfocado el motivo principal de la foto el fotógrafo debe decidir si le interesa el contexto en el que se encuentra situado el motivo principal: si le interesa algo más, por delante y por detrás del motivo principal, debe cerrar el diafragma (f/11, f/16 ó f/22) y si no le interesa debe abrir el diafragma (f/2.8, f/4 ó f/5.6). El valor intermedio es f/8, considerado por algunos fotógrafos y estudiosos como el diafragma más genuinamente fotográfico. También es el más aconsejable cuando el fotógrafo no quiera tomar ninguna determinación respecto del diafragma.
Diafragma en relación con el flas. Una excepción en los valores equilibrados de la exposición a la luz es el disparo con flas, dónde cuenta el máximo valor de sincronización con el obturador para obtener imágenes con toda la mancha iluminada por igual: las Canon analógicas réflex sincronizan en un valor intermedio de aproximadamente 1/90 de segundo representado en el anillo de velocidades por un rayo y las Nikon equivalentes unos apreciables 1/250 de segundo que las hacen más aptas para las escenas deportivas en espacios cerrados y las tomas nocturnas de escenas en movimiento con iluminación artificial. Una vez sincronizado el flash en el punto obligado o a velocidades más lentas si se persiguen efectos con el diafragma se regula la cantidad de luz casi siempre en términos de distancia del modelo respecto del flas, cuanto más cerca más cerrado, como en las tomas macro, a 1,5 metros dan su mejor rendimiento con diafragmas 1:8 ó 1:11 dependiendo de la luz ambiente que puede haber -el flash rellena las sombras duras cuando pega el Sol al modelo, por tanto la exposición sigue siendo la de la luz mayor, la del Sol, pero el obturador debe sincronizarse como máximo a la velocidad recomendada por el fabricante si no se quieren lados oscuros en las imágenes- corresponde a un retrato en plano americano y cuerpo entero y se obtienen fotos oscuras a partir de 3 metros, por eso los grupos numerosos de noctámbulos siempre salen en imágenes oscuras o movidas. Hacia 1987, hace tanto tiempo 1 fotógrafo fue reducido como voluntario para localizar exteriores del rodaje de una película de época medieval. El fotógrafo a su vez reclutó otro voluntario conductor mejor con coche pues los de la película sólo tenía fotocopia del resguardo de haber pedío la subvención que si se hubieran dedicao a los toros habrían tenío que volver varias veces, como Antoñete. En estas ya estaban al borde de una carretera del wallpaper castellano por excelencia: dehesa de Querqus ilex, encinas o bosque aclarao en el que pasta el ganao y al fondo el castillo en ruinas. Un poco más alante, en el borde de un camino colgao de una carretera 1 labriego trabajaba 1 huerto con 1 azada o zoleta.
- Oiga buen hombre, ¿cómo se llega a aquel castillo en coche? El labriego levantó la cabeza, luego la gorra y se arrascó el sudor de la calva que cayó huyendo despavorido sobre los surcos resecos de la huerta hasta que acabó dictando con parsimonia el título. En 1568 Danielle Barbaro utilizó por primera vez en la historia una lente biconvexa, es decir, curvada por los 2 lados, como la de una lupa, en el diafragma de 1 cámara oscura. La visión de las escenas observadas por este procedimiento es más clara y nítida que las que se observan con un orificio simple porque la lente biconvexa agrupa los rayos de luz de la escena observada en el centro del eje óptico del plano focal en el que se instala la película. La lente biconvexa, al principio simple y actualmente compuesta de varias lentes, hasta 16 distribuidas en varios grupos que forman un sólo bloque que se mueve en conjunto, mejora considerablemente aspectos como la luminosidad y la nitidez de las fotografías incrementando el realismo y la representación analógica, es decir, parecida a como las vemos a simple vista, de las escenas que fotografiamos. El diseño de la lente o grupo de lentes de de los objetivos es otro de los aspectos más secreto para los fabricantes. Las lentes pueden ser de cristal o de plástico y hay objetivos especiales como los denominados asféricos en los que cada elemento que compone la lente fue tallado según la forma especificada por su diseñador y permiten instalar aberturas de diafragma extremas. Cuando no se especifica si un objetivo es asférico, lo que es independiente de su tamaño aparente, los vidrios han sido tallados y pulidos mediante el tradicional movimiento de rotación esférico. En estos momentos se vislumbra la aparición de vidrios de índice de refracción progresivo, más alto por el centro que por los bordes, lo que combinado con el tallado asférico de cada uno de los componentes puede dar lugar a lentes que ofrezcan más calidad, pero con menos elementos y más ligeras y pequeñas. Para adaptar filtros, otras lentes además de las del objetivo de la cámara oscura y lupas hay abrazaderas que se fijan con 1 tornillo en la embocadura pero más efectiva 1 rosca hacia dentro de la esfera y menos frecuente por fuera. Una lista completa de cámaras réflex analógicas, digitales & vídeo se puede consultar antes de comprar en Parsons' Minerals And Fossils referida a las compatibles con Raynox, de los más versátiles y eficaces fabricantes para adaptadores externos. para digiscoping, es decir con telescopios William Optics DCL 4337 1.25" es el ocular más conocido para los de tipo terrestre. Se puede acoplar a monturas para ocular astronómico 1.25" como los Zeiss 65 mm. y 85 mm. Otro ocular ideal para digiscoping es el William Optics DCL 52 mm. 2 " para telescopios con montura 2". El diámetro de la rosca para monturas del objetivo de la cámara digital Sony DSC V1 es de 45,5 mm., el adaptador para montar filtros y objetivos puede ser cualquiera parecido al RT5245VT (de 45,5 mm. a 52 mm.) $ de Raynox al que se le puede aplicar un anillo Raynox 3752 (de 52 mm. a 37 mm.), adaptador con rosca macho que se puede encontrar en Parsons' Minerals And Fossils, también para otras cámaras digitales.

fiebre del sábado noche

Revelar es limpiar, quitar o levantar las sustancias gelatinosas literalmente pegadas al soporte normalmente plástico, últimamente tan complejo como el ojo de una abeja, Apis mellifica, aunque a diferencia casi siempre plano pues en algunas cámaras se arqueó en correspondencia al arqueamiento de la punta exterior de la lente biconvexa poniendo de paso más difícil si cabe la imagen desenfocá que no se sabe cómo todavía se consigue hacer que por las fotos oscuras y las movidas ni se ha intentao corregir ni sintentará en tiempos. Lo dijo Joan Fontcuberta:
- Los avances de la imagen se conseguirán en el corto espacio que va de la punta de la lente biconvexa al plano focal en el que se proyectan las ondas electrómagnéticas qentran por el diafragma en la cámara oscura, por tanto hacer varias mediciones de las luces y las sombras con el fotómetro de las cámaras antes de las tomas y hacer las pruebas necesarias antes de dar por buenas las copias resultantes es la única garantía fiable para no perder el tiempo y dañar su autoestima. Todas las acciones necesarias para la obtención de fotografías las puede ejecutar una persona. Los materiales sensibles a la luz, tanto los transparentes como los opacos, se deben manipular en completa oscuridad en unos casos y en penumbra en otros. En un cuarto situado en la zona más sombría de la casa que se pueda oscurecer por completo y no necesariamente de grandes dimensiones se puede instalar un laboratorio fotográfico. La posibilidad de ventilarlo fácilmente, una toma de agua y un desagüe elevan las prestaciones del cuarto oscuro al gusto del fotógrafo más exigente. En los laboratorios fotográficos deben separarse las zonas secas de las húmedas. En la zona seca, necesariamente cerca de la toma de electricidad, se ubican la ampliadora, los papeles sensibles debidamente protegidos y diversos accesorios. En la zona húmeda, cerca de la toma de agua y del desagüe, deben situarse el tanque de revelado, los productos químicos necesarios para efectuar los procesos, probetas para hacer las mezclas, un termómetro, un reloj, pinzas, cubetas y otros elementos. Es preciso advertir que en ningún caso se deben reutilizar los envases de productos comestibles y bebibles para almacenar productos tóxicos que puedan inducir a confusión; los químicos que se emplean en el revelado y positivado de fotografías son tóxicos. En tono menor es necesario advertir también que los fotógrafos deben prestar atención y cuidado en no mezclar los elementos de la zona húmeda con los de la zona seca ni "transportar" humedad en las manos y en la ropa. Los materiales no velados o ya velados deben tocarse únicamente por el reverso de las emulsiones. En previsión de las dificultades que pueden presentarse en su manipulación es recomendable tener las manos, incluso enguantadas, limpias y secas. Una vez secadas las emulsiones debe evitarse que entren en contacto con la humedad, especialmente si se trata de los agentes químicos que se utilizan en los procesos húmedos. La suciedad, especialmente la "microsuciedad" (motas de polvo, gotas de agentes químicos, pelos, huellas, etc.) son el peor enemigo de los fotógrafos. La ejecución límpia de los procesos fotográficos es una virtud que con el tiempo degenera en necesidad e incluso en obsesión razonable. El objetivo del fotógrafo en el laboratorio no debe ser limpiar los residuos, sino intentar poner fin a su producción desde el primer momento. Una gota de cualquier químico de los que se utilizan en los procesos húmedos, una vez seca puede cristalizar en una mancha imborrable capaz de arruinar cualquier resultado. No sólo pueden sufrir daños las emusiones, tambien la piel, los ojos, que no deben frotarse nunca, ni aún en caso de perplejidad o deslumbramiento emotivo al ver aparecer la imagen sumergida en los químicos, y también la ropa. Las emulsiones transparentes y opacas se "velan" cuando la luz incide sobre su superficie sensibilizada y produce un cambio químico en la misma. Mediante un proceso posterior fácilmente realizable, estas imágenes latentes se "revelan" en un baño húmedo para obtener imágenes positivas o negativas. Aunque se siguen los mismos pasos, son procesos diferenciados. En los envoltorios de las emulsiones sensibles y de los agentes químicos para revelarlas aparecen instrucciones que los fotógrafos deben respetar en los tiempos mínimos recomendados. Con experiencia y buena maña, la mayoría de los entendidos recomiendan sobrerrevelar o revelar un poquito de más -medio minuto añadido ó 4 agitaciones en vez de 3- las películas negativas, pero sin pasarse. Los sastres saben que una manga larga da menos problemas que una manga corta. De hecho, las zonas totalmente transparentes de los negativos se pueden dar por perdidas. Con las copias positivas ocurre lo contrario: una vez secas y endurecidas las emulsiones se oscurecen. En una entrevista publicada en la revista Darkroom Photography en 1989 el fotógrafo Ralph Gibson, que había impartido un curso en el laboratorio de Ansel Adams, reveló que el creador del sistema de zonas tenía un horno deshidratador para secar rápidamente las tiras de prueba y ver los resultados finales de la exposición en las copias. Sin medios tan sofisticados como los de Adams, los fotógrafos que conocen este oscurecimiento reducen el tiempo de exposición obtenido en la tira de prueba en torno a un 10 % de tiempo total. Algunos fotógrafos llegan incluso al 20 % en la reducción. La agitación y la temperatura influyen decisivamente en los procesos húmedos fotográficos. Cuando no se tienen experiencias anteriores con los químicos que se emplean es conveniente agitar por inversión 3 veces cada 30 segundos en los tiempos de revelado cortos, hasta de 9 minutos, y 3 veces cada 60 segundos en los tiempos largos, de más de 10 minutos. Aunque es preferible hacer las mezclas o "diluciones" de los químicos concentrados con agua caliente, pues se disuelven mejor, la temperatura de los diferentes agentes químicos que intervienen en los procesos húmedos deben mantenerse estables en todos los químicos. Los cambios bruscos de temperatura durante el proceso húmedo pueden reticular o trocear las emulsiones sensibles. Los procesos húmedos deben ser continuados hasta completarlos. Nunca se vuelve atrás en un proceso que normalmente incluye un baño revelador, uno de paro que detiene radicalmente el efecto del revelador (el baño de paro se puede hacer sólo con agua y en plan casero con unas gotas de vinagre) y un baño fijador que elimina los granos no "velados" ni "revelados" y endurece las emulsiones. Hasta aquí llega la parte más delicada de un proceso continuado en el que no debe haber descansos o paradas intermedias para hablar por teléfono o abrir la puerta, aunque algunos de estos accidentes han derivado en verdaderos descubrimientos. El proceso se completa lavando las emulsiones con agua corriente durante unos 20 minutos aproximadamente. Se puede reducir el tiempo de lavado con un baño eliminador de restos químicos. Antes de poner a secar las emulsiones se suele emplear un tratamiento con humectador, un detergente químico que hace que las emulsiones sequen uniformemente sin dejar residuos. En fotografía se habla de contraste cuando se hace referencia a la relación entre las zonas claras y las zonas oscuras que componen las escenas. Aunque el ojo humano las percible homogeneizadas y tiene un gran poder de penetración en las zonas muy claras y muy oscuras después de unos instantes de adaptación, las emulsiones sensibles a la luz, tanto las transparentes como las opacas, captan los contrates de luces reales de las escenas y se "especializan" en las zonas de luces intermedias, en los grises en blanco y negro. Para hacer correcciones (un negativo contrastado mas un papel suave igual a una copia normal y viceversa) y porque sobre gustos no hay nada escrito, los papeles se "gradúan" del 1 al 5 según su contraste: un papel del 1 es "suave" porque da muchos grises intermedios y uno del 5 es "duro" porque da muchos claroscuros y apenas grises. Cuando los fotógrafos "normalizan" el proceso de revelado de los negativos y utilizan la misma película y el mismo proceso eligen un papel de un grado, el que sea, y con ese papel lo hacen todo. Aunque funciona como un proyector de luz en vez de como un receptor, una ampliadora tiene los mismos mecanismos que las cámaras fotográficas, fundamentalmente los conocidos anillos de enfoque y diafragmas mas un obturador, en este caso un pequeño cronómetro, aunque también se pueden hacer fotos con un reloj de pulsera y el interruptor de la luz. Aunque para enfocar es preferible mantener el diafragma abierto a tope (1:2.8 ó 1:3.5), para las tiras de pruebas y las copias es preferible cerrarlo un par de pasos (1:5.6 ó 1:8). Teniendo en cuenta que los papeles tienen un indice de sensibilidad de 4 ISO, los tiempos de obturación, normalmente de varios segundos, deben hallarse realizando "tiras de prueba" con un trocito del mismo papel sensible en el que se proyecta hacer la copia. Las tiras de prueba deben colocarse en la zona de luces más variopinta de la imagen negativa proyectada por la ampliadora, en la zona más significativa (en la cara si se trata de un retrato) o, si se desea llevar el sistema de zonas hasta sus últimas consecuencias, en la zona clara de la proyección que el fotógrafo quiere que salga con detalle en la copia, la zona oscura en la que ha medido la luz en el momento de la toma. Aunque se suelen hacer escalas de tiempos sumadas (3, 6, 9, 12, 15...) lo propiamente fotográfico es doblar los tiempos de exposición, igual que con la cámara (lo correcto es 3, 6, 12, 24, 48...), pues de ese modo la separación entre 2 bandas consecutivas es de 1 paso de diafragma y además se consigue un tiempo de exposición claro y uno oscuro para compararlos con el correcto. Teniendo en cuenta que habría que esperar mucho tiempo para ver las superficies secas y endurecidas y por tanto su grado de oscurecimiento, salvo que se disponga de un horno deshidratador para estos menesteres, lo recomendable es reducir un 10 % el tiempo de exposición total en el momento de realizar la copia. Si se hace una reserva o tapado de luces en alguna zona de la foto en el momento de ampliar las fotos conviene ejecutarla tapando a mitad de distancia de la ampliadora y del papel y mover contínuamente la mano o la silueta opaca con la que se realiza la reserva, naturalmente sólo en el caso de que el fotógrafo pretenda que el tapado pase desapercibido. Los fotógrafos no deben conformarse con presentar resultados incompletos. Las fotos deben presentarse acabadas, aunque sin pasarse. Una representación vaga de lo que podría haber sido un resultado final prometedor sólo aporta inconvenientes y pérdida de confianza al fotógrafo. Aunque la moda del momento sea otra, siempre es preferible deslumbrar por el ingenio fotográfico que por los cuantiosos gastos en papelería, enmarcado o impresión. Personalizar los resultados llenando de subjetividades y toques personales una técnica tan antigua y llena de mecanismos como la fotografía es la única justificación para mantener activo un laboratorio.