los 3 avisos

Escrito a las @ 9:32 PM el dia 27 Mayo 2011 por admin

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Cuando veía arder #Grenfelltower, el pavoroso incendio del edificio de apartamentos de Kensington, London, en las portadas del día siguiente de periódicos, revistas y digitales que sirven por el timeline a medianoche, lo más que alcancé a decir es que antes que el día mundial del pepino parecía del pirómano. Casi hacía sentirse mal bromear en tan rigurosas circunstancias, más desde que al final del verano 2016 y por otro incendio por Levante. fui amonestao por tuitear en vano, es decir, sin aportar información, en la misma etiqueta o hashtag que estaban usando los servicios de intervención que la utilizaban para coordinarse con el fuego candente, mientras que yo solo pretendía acceder a la información de 1 clic, o anotarlo para verlo más detenidamente, como cualquier otro de #lalista que tuiteo con cierta frecuencia, por ser esa mi forma de navegar desde hace tiempo, es decir, que accedo a las web y blog desde el timeline de Twitter y no tanto como antes desde la barra del buscador por razones que no vienen al caso, pero mientras el buscador remite a la información más solvente, importante o como se quiera decir, el matiz del #socialmedia o aplicación diferente de las otras es la actualidad. En caso de incendio o atentao, a eso que hago tuiteando 1 lista de palabras caprichosas, también de noticiarios de la tele o de mi localidad, se llama trolls de las etiquetas, y en cierto modo estoy de acuerdo, pues no solo lo corregí o borré rápido cuando me amonestaron, sino que en casos parecidos, como por ejemplo el pavoroso incendio de Pedrógrao, Portugal, casi consecutivo del de la torre de apartamentos, realmente no he ocupao ni tuiteao siquiera los hashtag susceptibles de ser utilizaos por bomberos y autoridades sobre el terreno, pero eso no quiere decir que haya dejao de tuitear y compartir lo que me apetezca, y que afortunadamente no siempre hay atentaos, incendios, entre otros, aunque sí por ejemplo expreso mi duda razonada de cómo demonios se puede permanecer ajeno a sucesos así o que lo parezca. Recuerdo la presentación de 1 medio de comunicación en papel justo en la semana de pasión del Ébola en Alcorcón, ciudad vecina a la de cabecera de la publicación que se presentaba, y lo chocante de mirar 1 periódico aunque fuera recién aparecido y supongo que preparao con cierta antelación es que lo ignoraba olímpicamente. Nada me dolería más que tras estos incendios hubiera otros, pues el tema de cómo se tuitea en caso de caso de catástrofe, es decir, mientras está pasando lo que sea, siguió siendo tema recurrente en medios de comunicación diversos, como por ejemplo los accidentes aéreos, dicho o recordao por expertos y especialistas en los telediarios, pero a la vez que hay usuarios no necesariamente profesionales ni conocedores de las materias, que si llegao el caso molestamos como para que nos amonesten, es porque también sabemos meternos en esas #iredes y curiosear a nuestro antojo, a lo que se llama monitorizar, casi con las mismas armas que los que intervienen. Sin echar leña al fuego, por entrevistas a pilotos y bomboeros españoles ya retornaos de Portugal, parece ser la falta o fallod de coordinación lo que avivó la tragedia, por lo que no puedo menos que otorgar rango de autoridad al que me amonestó y aunque no sea esta la mejor ocasión para decirlo, al menos en eso los equipos de intervención españoles son de los más avanzaos del planeta. Además de que los sucesos son interminables, o como mínimo mucho más frecuentes, o que disponemos de medios en nuestras casas como los de los profesionales, hay otras cosas que pasan, como por ejemplo la resurrección contra pronóstico de Pedro Sánchez y antes de Trump, el #Brexit o el referéndum de paz en Colombia, otro que hubo en Italia, pero a lo que voy es que quienes miren el mapa de tendencias por palabras o en agregadores, aparecen otras frecuentes como profesionales, claves, edición, móvil, sector, situación, junto con el rumor de la aplicación de Internet que hasta hace días, o meses, o en otras zonas horarias del telediario casi lo muestran como 1 tema insignificante en el que se nos reserva el papel de prodigar insultos o ser maleducaos hasta los aficionaos y curiosos que lo hacemos tan bien como para tomarse la molestia de amonestarnos los que son sin duda los mejores. Si hubiera algo parecido al Gran Hermano que todo lo ve, de hecho lo hay, buscadores, agregadores, cualquier otro instrumento con el que nos manejamos los #internautas más veteranos, podría jactarme de no haber ni pestañeo en las 2 horas del fake news de la caída del hidroavión en las labores de extinción del incendio de Pedrógao, entre otras coas porque a la hora que apagué el equipo no se había facilitao ni el modelo ni la nacionalidad, como ocurrre en las catástrofes aéreas, otro clásico de la actualidad, y cuando volví a conectarme era cuando se estaba desmintiendo la noticia y aún pude avisar a algunos usuarios que borraran los tuit que relacionaban la noticia con la etiqueta correspondientes, pues aunque se desmentía en el hilo, el hecho que se siguiera retuiteando inadvertidamente, solo contribuía a añadir confusión donde no hacía falta. De hecho, en el Gran Hermano al que me refiero, que no son otra cosa que los agregadores de news, todavía podía verse destacada al día siguiente, aunque al hacer clic en en enlace se veía que la entrada de blog fué levantada o corregida con la rectificación. Sin dármelas de listo como los que contribuyeron a sembrar zozobra, que curiosamente son los que dan lecciones sobre cómo se debe tuitear, es como devolvernos a los tiempos en que los famosos solo se hablaban entre ellos y creían que todo quisque estaba pendiente, pero en este caso haciendo la distinción entre profesionales y aficionaos, donde además da lo mismo lo que hagamos o digamos porque no existimos, lo que me recuerda que fue su silenciamiento deliberao e intentos de manipulación los que nos obligaron a valernos de nuestros propios medios que finalmente acabaron adoptando los profesionales, y no solo los de intervención sobre el terreno en catástrofes palpitantes, como lo demuestra que los agregadores que clasifican las noticias por importancia en días posteriores seguía delatando a los del hidroavión que se las dan de listos, por más que sobre la marcha hubieran corregido su metedura de pata y precipitación.

- Preguntas sin respuestas provocan conspiranoias, Punset, que puntualiza:
- Siempre habrá más preguntas que respuestas pero también es verdad que cada día que pasa tenemos más respuestas. Y conspiraciones en plural, pues normalmente se presentan simultáneas, cuando más de 2 se conjuran en secreto para propagar mentiras y falacias cuyos efectos perniciosos en ocasiones logran ver convertidos en otros sucesos, de forma que intoxican la realidad, lo real, donde no había nada. Parece que lo más cómodo es que ni siquiera nadie se haga preguntas, pues además de culpabilizarnos a base confundir también la indiferencia general con la ignorancia, nos tenemos que hacer también responsables de lo que no tiene respuesta, como si fuéramos pobres Miss en certámenes #inquisition. Entre los métodos educativos a disposición los Magister se considera el interrogativo el más duro. Se trata de imponerse el que no admite preguntas por ser el que las hace, echaos palante que cogen la sartén por el mango en cualquier dedazo y nos ponen a danzar a su capricho, hasta después de ser qué digo descabalgaos, revolcaos por las circunstancias sin el mínimo análisis de causas y efectos, desde su punto de vista se trata apenas de imponerse y hacerse tragaderos porque si no amenazan con que se hunden o se van. El último Pérez, dicharachero más parecido a los siniestros enterradores y vendedores de mejunjes no capilares, pues no colaría, de los Western que miente más que habla, su tema la mentira mientras tapa secuestros de jubilaos, bombas en bares, desfalcos a cuenta y cualquier otra ocurrencia que luego cuesta mucho más taparla que cometerla. Conspiracy theory, película de Richard Donner interpretada en 1997 por Julia Roberts y Mel Gibson, excepcional como taxista psicópata de New York, es otra versión de El largo adiós de Raymond Chandler, donde se tapa 1 asesinato incómodo armando gran escándalo, con su chivo expiatorio al que según los casos, se puede hacer desaparecer de diferentes formas, al fin y al cabo no es el verdadero asesino, como mucho lo tapa aunque sea cargango con la pena en plan tipo simpático al que se opera la cara y las huellas digitales o malo malísimo al que otro oprobio anotado como otra muesca en su currículum nefasto, qué más da.
- Homo hominis lupus, #Anonymous.