rutina del ladrillo

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Nadie inventó la mirada poética, la que se posa sobre las personas y las cosas y evoca pequeños sucesos que aunque están atados a su espacio y su tiempo permanecen en la memoria, bien porque ya estaban -una luz, una mirada, una sombra, un vacío, un reflejo, una coincidencia, un encuentro- o porque se incorporan nuevos. Las imágenes también son experiencia, información, enseñanza para la vida, para vivir. Podemos ir a los sitios que ya hemos visto en imágenes y pasear nuestra propia mirada y no se contradice con las demás, al contrario, todas las miradas pueden ayudar a nuestros ojos a ver. Algunos encarcelan la poesía entre los barrotes de otro libro pequeño y normalmente breve sin darse cuenta que son muchas las formas en las que el sentimiento poético puede manifestarse. La Alhambra de Granada es una de ellas: las paredes interiores de los palacios y las torres están decoraos con poemas epigráficos en caracteres árabes de al menos 3 poetas. Estos poemas se iluminan cuando la luz del Sol atraviesa las ventanas y los arcos. De la misma manera, algunas imágenes afortunadas (igual que algunas melodías pop y rock, igual que algunos dibujos iluminados con colores) se quedan grabadas en el cerebro y se iluminan cuando otras imágenes parecidas o sucesos reales semejantes pasan ante esa ventana del cerebro que son los ojos. Siempre dije que las fotos realmente buenas tenían que ser elegidas y no tanto impuestas o deseadas, aunque la palabra que se ajusta como anillo al dedo es premeditadas. Quiero decir que es 1 vez reveladas cuando se ve lo que sea, y si las volvemos a ver pasado el tiempo seguro que el orden de preferencias será diferente, aunque las que dan el campanazo al principio o a más gente seguirán gustando. Algo parecido pasó a Paula Bonet con el cartel del festival de cortos La Cabina de Valencia, que desaparece de las calles nada más ponerlo, de forma que además del deseo que impriman más y la autora haga más carteles en otros sitios, hasta yo que vivo a cientos de Km me quedo nota con la pieza y la autora, le cojo la matrícula, porque realmente la quiero volver a ver, que es sin duda el encanto de las imágenes. Por tanto, además de que gustan solas y es mejor dejar elegir al que las ve, también siempre será mejor que veamos las imágenes cuando nos apetezca, como hacemos en Internet (aunque los gurú insisten mucho en el posicionamiento SEO de los buscadores basao en palabras, puedo asegurar que gran parte del mío procede de los buscadores de imágenes y mi realmente jodida manía de poner siempre bien las etiquetas) a diferencia por ejemplo de la parrilla de programación que sirven las cadenas TV.

- A veces son las imágenes las que tienen que esperar a que maduren los ojos que las van a ver, Carlos Villasante otra vez, pero además, las que se nos quedan instaladas en forma de póster, recortes perdidos en carpetas olvidadas y así, muchas veces es porque nos plantean algo parecido a 1 enigma, como si no las entendiéramos al 1º vistazo, aunque la mayoría son tan transparentes que ni se ven en el setido de que se olvidan a los pocos segundos, como los peces. Sobre la presunta superioridad por comparación respecto de los textos escritos cuando no solo son perfectamente compatibles, sino que lo deseable es disponer de los 2 (el curriculum informático es 1 pequeña conquista, antes pegaban o grapaban el careto a la hoja causando daños a la imagen), aún me atrevería a decir que pinta peor hacia los que llevan la fama, pues esos si que es rarísimo que los leamos siquiera, que los acabemos si empezamos las primeras líneas y luego que eso nos anime a emprender acciones concretas como por ejemplo tratar de conseguir el programa del festival de cortometrajes, entre otras cosas para tener 1 versión en modo cartera del deseao cartel. Estamos muy confundidos en eso de esperar el efecto fulminante de las cosas tal como lo deseamos, y luego, si nos toca la varita pues como Bonet pidiendo en su cuenta Facebook que la gente no arranque los carteles, pues se trata que vayan a ver las películas. Muchas veces el éxito inesperao de algunas imágenes, no importa cómo se muestran, me refiero a lo que se ve, se vuelve contra el autor, de alguna manera lo escruta casi buscando si es falso, hizo trampa, lo ha copiao de algún lado, la continuación del enigma de tan poderoso encanto creo yo de algunas imágenes más que de otras. Siempre son muy poquitas las buenas, hasta los grandes fotógrafos cuando hacen recopilatorios se diría que hay años que parece que no hicieron nada y otros en los que estuvieron sembraos, pero sigue siendo el mismo efecto: el que elige las imágenes pasa a ser su dueño solo con que se cumpla su deseo de querer verlo detenidamente. Hasta en el mejor de los casos lo que se compara o cuestiona es la relación entre las imágenes más logradas y la vida real, pero no entre las propias imágenes y el soporte, accesorios o canal por el que se revela. Fotografié a Adolfo Bioy Casares para la revista El Urogallo en el Hotel Intercontinental de Madrid en noviembre de 1990, cuando vino a recoger el premio Cervantes.
- No se preocupe que no me voy a poner nervioso -me tranquilizó Bioy-, fui fotógrafo en Buenos Aires en los años 30, hace mucho tiempo. Incluso escribí una novela sobre mis recuerdos. Como el entrevistador había leído La aventura de un fotógrafo en La Plata (1985), continuaron conversando mientras terminé de montar el flash en la cámara y lo dispuse todo para hacerle unos retratos al autor de La invención de Morel (1940), novela de "imaginación razonada" en palabras de Borges o de fantasía con base científica que le consagró, varias antologías de relatos fantásticos y de poesía en colaboración con su mujer, Silvina Ocampo, libros de cuentos como El perjurio de la nieve (1944), La trampa celeste (1948), El héroe de las mujeres (1978), novelas como Guirnalda con amores (1959), Diario de la guerra del cerdo (1969), Dormir al sol (1973) y relatos de recuerdos y sentencias como Memorias (1994), De jardines ajenos (1997) y los que se publicaron después.

- ¿Y qué tal le fué como fotógrafo? -pregunté al escritor amigo de Jorge Luis Borges ("Byorges" se hacían llamar la pareja entre sus allegados y "Honorio Bustos Domecq" era el seudónimo con el que publicaron varios relatos policiacos escritos en colaboración) desde que se conocieron en 1932, tratando de llamar su atención para alguno de mis retratos. El autor de la frase "aunque nunca me he psicoanalizado, una psicoanalizada me dijo una vez que parecía un psicoanalizado a quien el psicoanálisis le había hecho bien" separó las manos mostrando las palmas y sentenció abriendo los brazos con las palmas de las manos hacia arriba:
- Me sirvió para conocer a gente, la misma iniciación en la fotografía contada por Robert Frank, autor de Los Americanos, reportaje fotográfico de En el camino de Kerouac, haber heredao la afición de su padre que tenía una Leica que se echaba al cuello para salir a pasear de esa guisa y al que nunca vió llevar a revelar ni 1 de los carretes que guardaba enrollaos en 1 cajón de su habitación pero conocía a gente.

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    Universidad Complutense de Madrid Bolsas de Trabajo para la Contratación Temporal

    El principio físico en el que está basado el cuerpo de las cámaras fotográficas fue descrito por Aristóteles, que vivió entre los años - 384 y - 322 con estas palabras: "Los rayos de Sol que penetran en una caja cerrada a través de un pequeño orificio sin forma determinada practicado en una de sus paredes forman una imagen en la pared opuesta cuyo tamaño aumenta al aumentar la distancia entre la pared en la que se ha practicado el orificio y la pared opuesta en la que se proyecta la imagen", la cámara negra. Abu Alí al Hasan Ibn al Haythan, Alhacén, que vivió entre los años 965 y 1030 también describió con detalle la cámara negra en su tratado de óptica y resolvió el debate entre Euclides, Tolomeo y otros matemáticos que sostenían que la luz viajaba desde el ojo al objeto observado frente a Aristóteles y los atomistas que sostenían lo contrario. Alhacén invitó a los incrédulos a mirar directamente al Sol y demostró que la luz parte de un lugar fuera del ojo y entra en él, explicación por la que Alhacén es considerado el inventor del método científico para conocer el mundo. La primera representación gráfica de la cámara negra se hizo en el siglo XIII, una ilustración de Guillaume de Saint-Cloud en su "Almanaque" de 1.290. Aunque la curiosa inversión de las ilustraciones de los libros y las pinturas de Leonardo da Vinci, qe vivió entre los años 1452 y 1519 se asocian habitualmente a la utilización de espejos también se puede afirmar que los elaboraba con ayuda de cámaras negras, principio físico qe conocía y qe describió en el texto titulado "Demostrar cómo todos los objetos colocados en una posición están todos en todos lados y todos en cada parte" con estas palabras: "Si el frontal de un edificio o cualquier espacio abierto iluminado por el Sol tiene una vivienda frente a la misma y si en la fachada que no está frente al Sol se hace una abertura redonda y pequeña, todos los objetos iluminados proyectarán sus imágenes por ese orificio y serán visibles dentro de la vivienda sobre la pared opuesta, que deberá ser blanca, y allí aparecerán invertidos". La imagen proyectada a través de un pequeño orificio practicado en una cámara negra aparece en la pared opuesta invertida de arriba a abajo y de izquierda a derecha. También han interpretado que da Vinci transcribía o copiaba sus textos y los de otros estudiosos ayudándose de espejos con un caprichoso deseo de criptografía u ocultamiento de los conocimientos pero también podemos pensar qe por comodidá se ayudaba de 1 cámara negra para copiarlos y en consecuencia se pueden leer colocándolos en el exterior, ante un pequeño orificio e introduciéndonos dentro de una cámara negra. Pero hay más: "Si se hacen aberturas similares en varios lugares de la misma pared se obtendrán idénticos resultados en cada caso, de donde se infiere que las imágenes de los objetos iluminados están en toda esta pared y todos en cada minúscula parte de ella. La razón es que este orificio debe admitir algo de luz en la ya mencionada vivienda y la luz admitida por él se deriva de uno o de muchos cuerpos luminosos. Si estos son de variados colores y formas, los rayos que forman las imágenes son de varios colores y formas, como también lo serán las representaciones en la pared". Da Vinci investigó los efectos de la luz sobre el ojo con el sfumato, los característicos degradaos conseguidos ahora con aerógrafos e incluso con los mañosos cepillos de dientes desgastaos como resultao; la relación íntima entre los elementos que se encuentran gozosos cruces las miradas, posiciones enfocás de los cuerpos en sus pinturas y esculturas corales también son características de da Vinci qe además exhibió conocimientos de fotografía, pintura, escultura, ingeniería, filosofía, anatomía, fisiología, geología entre otros. La simple observación de un objeto o sujeto a través de un agujero hecho en una superfice opaca a la luz permite "Demostrar cómo todos los objetos colocados en una posición están todos en todos lados y todos en cada parte" con da Vinci: tanto los objetos cercanos como los alejados aparecerán perfectamente nítidos ante nuestro ojo, de manera parecida a lo que ocurre en la película cuando accionamos el disparador de una cámara negra. La cámara negra más sencilla es una caja en la que se ha hecho un pequeño agujero en una de sus caras. Por ahí penetran y su cruzan los rayos de luz. La imagen que se forma al fondo de la caja está invertida de arriba a abajo y de derecha a izquierda. Las distorsiones dependen de la forma de la caja. Para evitar los reflejos, el interior de la caja debe estar pintado de negro. Se hicieron fotografías con una caja de cerillas, con un tambor de detergente para lavadoras, con un bote de Colacao, con una caja de discos, con un embalaje de cartón de una nevera, con una maleta, con un baúl, con un acordeón, con la boca, con una rueda de tractor, con un paquete de tabaco, con una caja de puros, en un departamento de segunda de un tren de pasajeros, con una caja de papel fotográfico, con una tienda de campaña, en una caja de un carrete de fotos y en casi todas las aulas donde se imparten cursos de fotografía. Para Joan Fontcuberta, Premio Nacional de Fotografía en 1999, los únicos avances que puede experimentar la fotografía en el futuro surgirán necesariamente de investigar en el interior de la cámara negra, entre el diafragma u orifico y el plano focal en el que se instala el material sensible a la luz. Las cámaras fotográficas tienen 2 dispositivos reguladores de la luz, un obturador que se abre o se cierra durante más o menos tiempo, entre 1/1000 de segundo y disparos de varios segundos y un dispositivo propiamente fotográfico que es el diafragma, el pequeño orificio por el que entra la luz en la cámara oscura, también conocido como la abertura. A lo que más se parece es a la niña o círculo negro central del ojo humano, incluso en su funcionamiento: cuanto mayor es la abertura del diafragma mayor es la intensidad de luz que recibe la película. En términos generales, pues también depende de otros factores, cuando hay menos luz el diafragma debe estar más abierto y cuando hay más luz el diafragma debe estar más cerrado. Si aumentamos el tamaño del diafragma aumentaremos la claridad de la imagen, pero empeoraremos su definición en los planos situados por delante y por detrás del motivo o sujeto al que hemos enfocado. Es uno de los resultados visibles en las imágenes de reducir a un plano una escena de 3 dimensiones, el resultado también de la mejora que se obtiene al colocar delante del diafragma una lente convergente, es decir, más gruesa en el centro que en los lados. Por efecto de la superficie curvada de la lente los rayos de luz que la atraviesan se refractan hacia el eje óptico o centro de la imagen y llegan perfectamente enfocados, como puntos de luz al plano focal por el que circula la película fotográfica; mientras que los rayos de luz que entran por los bordes de la lente llegan al plano focal desenfocados, es decir, como círculos de confusión y no como puntos de luz. La abertura del diafragma se expresa mediante la llamada "escala f" y sus valores de mayor a menor son f/1.2, f/1.4, f/2, f/2.8, f/3.5, f/4, f/5.6, f/8, f/11, f/16, f/22 y f/32. El valor f/2 es una abertura muy grande y el valor f/22 es muy pequeña, es decir, cuanto menor es el número del diafragma la abertura es más grande y cuanto mayor es el número, la abertura es más pequeña. La relación de estos valores entre sí es la de doblar el valor anterior, es decir, f/2 es el doble que f/4, aunque también pueden aparecer en la escala "f" de algunas cámaras pasos intermedios y en la mayoría de los objetivos se puede situar el diafragma entre dos valores. El f/8 es el diafragma medio y para algunos fotógrafos e incluso asociaciones de fotógrafos, como la llamada F8, es el único. La escala f o escala de diafragmas es más o menos amplia según los objetivos y el valor que se tiene en cuenta es el de mayor abertura del diafragma, que está relacionado con la denominada luminosidad del objetivo. El Diafragma es el mecanismo más característico, genuino y diferenciador de las cámaras oscuras, también de las fotográficas, de las imágenes y de la visión. Fue Daniele Barbaro en 1568 quien sugirió colocar un diafragma en la cámara oscura para ver más nítidas las imágenes operando desde dentro. Aunque al plano focal por el que circula la película fotográfica en las cámaras modernas siempre tiene que llegar la misma cantidad de luz, no siempre se dan las mismas situaciones: hay diferencias entre la luz del día y la de la noche, entre la luz natural y la artificial, entre un interior y un exterior, entre una superficie que refleja luz y una superficie opaca, etc.

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    • author 02

      Como dato contextual del día envío mi felicitación más cordial a Fontcuberta por el 2013 Hasselblad Award Winner, merecido ganador del premio de la Fundación Hasselblad de fotografía que se entrega en Barcelona, por fin 1 conocido mío en la lista de los grandes que en las reseñas que aparecieron sobre el galardón cita a Henri Cartier-Bresson, que lo mereció en 1982 y su célebre momento decisivo. Quiere decirse que además o más allá de las fotos, que sería algo así como negar o aceptar #SocialMedia en bloque o por marcas (yo soy del pajarito pero también me gustan otras #app que procuro usar en combinación pero más allá de reconocerlo digo también que en rigor solo me gustan algunos tuit en concreto, muy pocos además), hay algunas como las muy celebradas de Cartier-Bresson que se convirtieron en iconos universales que son algo más que las otras fotos porque en ellas pasa algo inesperao donde se mezclan, condensan o relacionan muchas cosas, como si hubiera varias fotos en 1. Fontcuberta dice que no se puede seguir haciendo fotos como en tiempos de Cartier-Bresson pero aún antes, cuando en 1992 mereció el premino nacional de fotografía en España Joan dijo que los próximos avances en vez de la cámara hacia afuera, la célebre ventana al mundo que llegó a ser casi en exclusiva, serán desde el diafragma y el objetivo hacia dentro. Tiempo después, cuando conocí los intríngulis del código de programación orientao a objetos (imágenes, vídeos pero también tablas) Action Scritp de Adobe y muy en especial las capas, transparencias o otras posibilidades que ofrece el célebre Photoshop, software de edición de imágenes planas, algo más que fotos, pero menos que vídeos, que permite por ejemplo la cartelería, era a lo que se refería Fontcuberta, aunque por supuesto casi es más fácil de hacer que de explicar, pero en cierto modo también se relaciona con el momento decisivo de Cartier-Bresson en el sentido de juntar muchas imágenes o evocaciones en 1. Más allá de la explicación está mi decepción al comprobar que algunos pantallazos de mapas, incluso de noticias despiertan más interés que las propias fotografías que a mí me gustaron toda la vida, pero a la vez cuestan infinitamente menos, me refiero a los desplazamientos y lo que sentía cuando practicaba con ActionScript y Flash: lo realmente difícil es acertar con la idea pero cuando lo tienes claro te lo montas en 1 periquete. Si les contara lo mucho que me gasté en fotografía no acabaría pero para no aburrir solo diré que Fontcuberta es el autor de herbolarios y animalarios inventaos, culebras con patas de pajarito, plantas carnívoras acabadas en conchas de mejillón, que las llegué a ver disecadas y tuve entre las manos en 1 rodaje que hicimos en su masía, pero prácticamente sería eso que Joan mandaba hacer a 1 taxidermista y luego fotografiaba, lo que se puede conseguir con Photoshop y Action Script, ambas marcas registradas de Adobe, otra de esas empresas maravillosas como Hasselblad que dedicándose a lo mismo son totalmente diferentes. mismo me abrumo si tengo que explicar esto pero aún así, en otros de sus trabajos era el propio Joan el que se disfrazaba de astronauta ruso, con escafandra y se hacía lanzar al espacio con 1 historia que también hubiera merecido 1 novela, algo así como 1 biografía inventada de alguien que los rusos dejaron perdido y olvidao en órbita. La cosa no hubiera llegao a más si no hubiera sido porque Íker Jiménez, el célebre misteriólogo de #CuartoMilenio le dió verecidad a la historia y lo presentó como tal. Los que conocíamos a Joan nos partíamos el pecho viendo su cara detrás de la escafandra en la explicación celebrada, que causó hilaridad, pero creo que ese es casi el mejor premio de Fontcuberta, que alguien había picao en su montaje y probablemente muchos espectadores de este tipo programas en TV se lo encajonaron como si fuera verdad. Estas conversaciones intelectuales entre fotógrafos que no interesan a nadie más también alcanzaron al propio Cartier-Bresson, al que preguntaron si el célebre momento decisivo de los fotógrafos era 1 habilidad especial ó 1 mensaje de lo que tenemos delante, a lo que respondió con 1 cita de 1 libro zen (me parece que es el que gusta al antiguo entrenador de los Lakers de Pau Gasol y antes los equipos con los que Michael Jordan ganó sus anillos de la NBA) sobre el lanzamiento con arco en el que se recomendaba no pensar en nada a los arqueros, dejar sus mentes vacías antes de disparar, y las cosas que sean, la diana y las fotografías (ambos son disparos de precisión) se hacen solas. lo que pensé siempre es que no todas las imágenes son iguales ni valen lo mismo, y esas de momentos decisivos de Cartier-Bresson igual que la de Joan con escafandra de astronauta, casi que se hacen después por su cuenta, pero son realmente pocas y su momento no depende tanto del acotencimiento. Por lo mismo y volviendo al pajarito, creo que no todos los tuits son igual ni casi que dependen de los autores, aunque sea para no mentar a nadie, sino que es a partir de que se muestran y al relacionarse con otras cosas, como si fuera la diana la que se pincha en la flecha, la gaviota que aparece por la esquina de la ofrenda al cielo en la India o el salto en el charco de Cartier, o el propio Íker Jiménez que, pese a sus indudables méritos, fué el que hizo famoso para el gran público a Joan Fontcuberta. Mi mensaje es que ese punto de más, que tiene en común lo de decisivo en diferentes disciplinas, no está en la mano del autor ni por muchos méritos que merezca, como Joan, quien afortunamente para mi que lo conozco y sigo desde hace lustros, sabe que no lo digo en su demérito. Digamos que más allá de la explicación necesariamente farragosa (los del no entiendo tienen que estar fripando en colores), solo algunos son los elegidos a los que pasan ese el Gulag de Podemos, aunque el momento sea en diferido.

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    • author 03

      Conocer y recordar a los pioneros de la fotografía ayudará a levantar el ánimo a los fotógrafos que se encuentren el dificultades técnicas. Se considera fecha inicial de la fotografía el 3 de julio de 1839, día en el que el invento de la sociedad que habían formado Daguerre y Nièpce en 1829 fue declarado por la Cámara de Diputados de Francia un bien de dominio público. Se consideró un invento de dominio público porque era muy difícil registrar y proteger con patentes un invento tan extremadamente sencillo cuyas partes componentes ya habían sido descubiertas años e incluso siglos antes. El 27 de septiembre de 1835, otra fecha clave, la noticia del invento apareció publicada en el Journal des Artistes de Paris. En 1839 el periódico Vossiche Zeitung de Berlín empleó por primera vez la palabra "fotografía", dibujo de luz, para hablar del invento. De 1839 es también el primer retrato fotográfico conocido, el de Karl Drapper, profesor de la Universidad de Nueva York en la que se investigaba el invento. En 1872 el Daily Graphic de Nueva York publicó la primera fotografía en un diario. El 12 de junio de 1826, Joseph Nicéphore Niépce, que vivió entre los años 1765-1833 en Chalon sur Saône, al Oeste de Francia y que había iniciado sus investigaciones en 1813, introdujo una placa de láminas de cobre sensibles a la luz e hizo la primera fotografía de la historia en su casa familiar de la aldea de Saint-Loup de Varennes, una imagen de la ventana de su cuarto de trabajo expuesta durante todo el tiempo que duró el ciclo solar del día señalado. Para dar una idea de la trascendencia del invento baste señalar que la popular y hoy imprescindible bombilla fue inventada por Edison en 1878. Los pioneros de la fotografía trabajaron necesariamente con luz natural durante más de 50 años. Louis Jacques Mandé Daguerre, que vivió entre los años 1789 y 1851, autor de "Exposición histórica y descripción de los procedimientos del daguerrotipo y del diorama", publicado en 1839, perfeccionó el sistema de revelado empleando láminas de cobre plateado tratadas con vapores de yodo. Ponía estas láminas dentro de la cámara oscura y hacía una exposición de 15 a 30 minutos. Después revelaba la imagen así obtenida colocando la placa sobre una vasija de mercurio caliente. De esta manera las partículas de mercurio se adherían a las zonas de yoduro de plata impresionadas, con lo cual obtenía una imagen positiva. Las imágenes siguieron elaborándose en copias directas sobre materiales planos emulsionados con sustancias sensibles a la luz hasta que en agosto de 1835 William Henry Fox Talbot, que vivió entre los años 1800 y 1877, inventó el papel sensibilizado y el proceso fotográfico negativo-positivo y elaboró el primer libro hecho de imágenes multiplicadas: lo tituló El pincel de la naturaleza. El primer negativo fotográfico de la historia es una vez más una imagen del ciclo solar recorriendo una ventana vista desde el interior. Por sí mismo el invento de la visión en negativo de Fox Talbot, uno de los muchos procedimientos para obtener fotografías, ha aportado recursos, conocimientos y soluciones para otras áreas de investigación como la elaboración de mapas o los estudios con virus infecciosos y microorganismos en general, cuyos elementos componentes para su mejor comprensión. El proceso negativo-positivo de las fotografías también fue aprovechado por la informática en su impresionante desarrollo. En los primeros años 50 los circuitos electrónicos de los computadores ocupaban un edificio entero, pero como era imposible instalarlos en las naves espaciales, que era para lo que más se necesitaban en aquellos años, los especialistas iniciaron un imparable proceso de miniaturización de los componentes. El primer paso fue imprimir los circuitos electrónicos con los conocimientos alcanzados por la imprenta. El paso siguiente fue elaborar los circuitos con el proceso fotográfico, en negativos que se revelan con un proceso parecido al de las fotografías. Otra consecuencia impresionante que se puede adjudicar al invento de Fox Talbot son los rayos X, especialmente utilizados en la medicina. Los hermanos Lumière inventaron el cine, la proyección luminosa en una pantalla de 20 fotografías dobles (para evitar la sensación de traqueteo) por segundo, suficientes para engañar al ojo humano (bastaría con proyectar 26 imágenes por segundo) y crear esa ilusión electrovisual que llamamos cine, en 1895. Y aprovechando los avances experimentados por el cine, tanto de una cámara oscura capaz de registrar y proyectar 40 fotografías por segundo ó 20 imágenes dobles, como de la película de plástico bañada con sustancias químicas sensibles a la luz y al color (desde 1935) capaz de registrarlas, el ingeniero alemán Oscar Barnack fabricó la primera cámara fotográfica ligera, la mítica Leica que se comercializó en Europa hacia 1930.

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  2. author 04

    Revelar es limpiar, quitar o levantar las sustancias gelatinosas literalmente pegadas al soporte normalmente plástico, últimamente tan complejo como elojo de 1 abeja, Apis mellifica, aunque a diferencia casi siempre plano pues en algunas cámaras se ha arqueao en correspondencia al arqueamiento de la punta exterior de la lente biconvexa poniendo de paso más difícil si cabe la imagen desenfocá que no se sabe cómo todavía se consigue hacer que por las fotos oscuras y las movidas ni se ha intentao corregir ni sintentará en tiempos. Lo dijo Joan Fontcuberta:
    - Los avances de la imagen se conseguirán en el corto espacio que va de la punta de la lente biconvexa al plano focal en el que se proyectan las ondas electrómagnéticas qentran por el diafragma en la cámara oscura, por tanto hacer varias mediciones de las luces y las sombras con el fotómetro de las cámaras antes de las tomas y hacer las pruebas necesarias antes de dar por buenas las copias resultantes es la única garantía fiable para no perder el tiempo y dañar su autoestima. Todas las acciones necesarias para la obtención de fotografías las puede ejecutar una persona. Los materiales sensibles a la luz, tanto los transparentes como los opacos, se deben manipular en completa oscuridad en unos casos y en penumbra en otros. En un cuarto situado en la zona más sombría de la casa que se pueda oscurecer por completo y no necesariamente de grandes dimensiones se puede instalar un laboratorio fotográfico. La posibilidad de ventilarlo fácilmente, una toma de agua y un desagüe elevan las prestaciones del cuarto oscuro al gusto del fotógrafo más exigente. En los laboratorios fotográficos deben separarse las zonas secas de las húmedas. En la zona seca, necesariamente cerca de la toma de electricidad, se ubican la ampliadora, los papeles sensibles debidamente protegidos y diversos accesorios. En la zona húmeda, cerca de la toma de agua y del desagüe, deben situarse el tanque de revelado, los productos químicos necesarios para efectuar los procesos, probetas para hacer las mezclas, un termómetro, un reloj, pinzas, cubetas y otros elementos. Es preciso advertir que en ningún caso se deben reutilizar los envases de productos comestibles y bebibles para almacenar productos tóxicos que puedan inducir a confusión; los químicos que se emplean en el revelado y positivado de fotografías son tóxicos. En tono menor es necesario advertir también que los fotógrafos deben prestar atención y cuidado en no mezclar los elementos de la zona húmeda con los de la zona seca ni "transportar" humedad en las manos y en la ropa. Los materiales no velados o ya velados deben tocarse únicamente por el reverso de las emulsiones. En previsión de las dificultades que pueden presentarse en su manipulación es recomendable tener las manos, incluso enguantadas, limpias y secas. Una vez secadas las emulsiones debe evitarse que entren en contacto con la humedad, especialmente si se trata de los agentes químicos que se utilizan en los procesos húmedos. La suciedad, especialmente la "microsuciedad" (motas de polvo, gotas de agentes químicos, pelos, huellas, etc.) son el peor enemigo de los fotógrafos. La ejecución límpia de los procesos fotográficos es una virtud que con el tiempo degenera en necesidad e incluso en obsesión razonable. El objetivo del fotógrafo en el laboratorio no debe ser limpiar los residuos, sino intentar poner fin a su producción desde el primer momento. Una gota de cualquier químico de los que se utilizan en los procesos húmedos, una vez seca puede cristalizar en una mancha imborrable capaz de arruinar cualquier resultado. No sólo pueden sufrir daños las emusiones, tambien la piel, los ojos, que no deben frotarse nunca, ni aún en caso de perplejidad o deslumbramiento emotivo al ver aparecer la imagen sumergida en los químicos, y también la ropa. Las emulsiones transparentes y opacas se "velan" cuando la luz incide sobre su superficie sensibilizada y produce un cambio químico en la misma. Mediante un proceso posterior fácilmente realizable, estas imágenes latentes se "revelan" en un baño húmedo para obtener imágenes positivas o negativas. Aunque se siguen los mismos pasos, son procesos diferenciados. En los envoltorios de las emulsiones sensibles y de los agentes químicos para revelarlas aparecen instrucciones que los fotógrafos deben respetar en los tiempos mínimos recomendados. Con experiencia y buena maña, la mayoría de los entendidos recomiendan sobrerrevelar o revelar un poquito de más -medio minuto añadido ó 4 agitaciones en vez de 3- las películas negativas, pero sin pasarse. Los sastres saben que una manga larga da menos problemas que una manga corta. De hecho, las zonas totalmente transparentes de los negativos se pueden dar por perdidas. Con las copias positivas ocurre lo contrario: una vez secas y endurecidas las emulsiones se oscurecen. En una entrevista publicada en la revista "Darkroom Photography" en 1989 el fotógrafo Ralph Gibson, que había impartido un curso en el laboratorio de Ansel Adams, reveló que el creador del sistema de zonas tenía un horno deshidratador para secar rápidamente las tiras de prueba y ver los resultados finales de la exposición en las copias. Sin medios tan sofisticados como los de Adams, los fotógrafos que conocen este oscurecimiento reducen el tiempo de exposición obtenido en la tira de prueba en torno a un 10 % de tiempo total. Algunos fotógrafos llegan incluso al 20 % en la reducción. La agitación y la temperatura influyen decisivamente en los procesos húmedos fotográficos. Cuando no se tienen experiencias anteriores con los químicos que se emplean es conveniente agitar por inversión 3 veces cada 30 segundos en los tiempos de revelado cortos, hasta de 9 minutos, y 3 veces cada 60 segundos en los tiempos largos, de más de 10 minutos. Aunque es preferible hacer las mezclas o "diluciones" de los químicos concentrados con agua caliente, pues se disuelven mejor, la temperatura de los diferentes agentes químicos que intervienen en los procesos húmedos deben mantenerse estables en todos los químicos. Los cambios bruscos de temperatura durante el proceso húmedo pueden reticular o trocear las emulsiones sensibles. Los procesos húmedos deben ser continuados hasta completarlos. Nunca se vuelve atrás en un proceso que normalmente incluye un baño revelador, uno de paro que detiene radicalmente el efecto del revelador (el baño de paro se puede hacer sólo con agua y en plan casero con unas gotas de vinagre) y un baño fijador que elimina los granos no "velados" ni "revelados" y endurece las emulsiones. Hasta aquí llega la parte más delicada de un proceso continuado en el que no debe haber descansos o paradas intermedias para hablar por teléfono o abrir la puerta, aunque algunos de estos accidentes han derivado en verdaderos descubrimientos. El proceso se completa lavando las emulsiones con agua corriente durante unos 20 minutos aproximadamente. Se puede reducir el tiempo de lavado con un baño eliminador de restos químicos. Antes de poner a secar las emulsiones se suele emplear un tratamiento con humectador, un detergente químico que hace que las emulsiones sequen uniformemente sin dejar residuos. En fotografía se habla de contraste cuando se hace referencia a la relación entre las zonas claras y las zonas oscuras que componen las escenas. Aunque el ojo humano las percible homogeneizadas y tiene un gran poder de penetración en las zonas muy claras y muy oscuras después de unos instantes de adaptación, las emulsiones sensibles a la luz, tanto las transparentes como las opacas, captan los contrates de luces reales de las escenas y se "especializan" en las zonas de luces intermedias, en los grises en blanco y negro. Para hacer correcciones (un negativo contrastado mas un papel suave igual a una copia normal y viceversa) y porque sobre gustos no hay nada escrito, los papeles se "gradúan" del 1 al 5 según su contraste: un papel del 1 es "suave" porque da muchos grises intermedios y uno del 5 es "duro" porque da muchos claroscuros y apenas grises. Cuando los fotógrafos "normalizan" el proceso de revelado de los negativos y utilizan la misma película y el mismo proceso eligen un papel de un grado, el que sea, y con ese papel lo hacen todo. Aunque funciona como un proyector de luz en vez de como un receptor, una ampliadora tiene los mismos mecanismos que las cámaras fotográficas, fundamentalmente los conocidos anillos de enfoque y diafragmas mas un obturador, en este caso un pequeño cronómetro, aunque también se pueden hacer fotos con un reloj de pulsera y el interruptor de la luz. Aunque para enfocar es preferible mantener el diafragma abierto a tope (1:2.8 ó 1:3.5), para las tiras de pruebas y las copias es preferible cerrarlo un par de pasos (1:5.6 ó 1:8). Teniendo en cuenta que los papeles tienen un indice de sensibilidad de 4 ISO, los tiempos de obturación, normalmente de varios segundos, deben hallarse realizando "tiras de prueba" con un trocito del mismo papel sensible en el que se proyecta hacer la copia. Las tiras de prueba deben colocarse en la zona de luces más variopinta de la imagen negativa proyectada por la ampliadora, en la zona más significativa (en la cara si se trata de un retrato) o, si se desea llevar el sistema de zonas hasta sus últimas consecuencias, en la zona clara de la proyección que el fotógrafo quiere que salga con detalle en la copia, la zona oscura en la que ha medido la luz en el momento de la toma. Aunque se suelen hacer escalas de tiempos sumadas (3, 6, 9, 12, 15...) lo propiamente fotográfico es doblar los tiempos de exposición, igual que con la cámara (lo correcto es 3, 6, 12, 24, 48...), pues de ese modo la separación entre 2 bandas consecutivas es de 1 paso de diafragma y además se consigue un tiempo de exposición claro y uno oscuro para compararlos con el correcto. Teniendo en cuenta que habría que esperar mucho tiempo para ver las superficies secas y endurecidas y por tanto su grado de oscurecimiento, salvo que se disponga de un horno deshidratador para estos menesteres, lo recomendable es reducir un 10 % el tiempo de exposición total en el momento de realizar la copia. Si se hace una reserva o tapado de luces en alguna zona de la foto en el momento de ampliar las fotos conviene ejecutarla tapando a mitad de distancia de la ampliadora y del papel y mover contínuamente la mano o la silueta opaca con la que se realiza la reserva, naturalmente sólo en el caso de que el fotógrafo pretenda que el tapado pase desapercibido. Los fotógrafos no deben conformarse con presentar resultados incompletos. Las fotos deben presentarse acabadas, aunque sin pasarse. Una representación vaga de lo que podría haber sido un resultado final prometedor sólo aporta inconvenientes y pérdida de confianza al fotógrafo. Aunque la moda del momento sea otra, siempre es preferible deslumbrar por el ingenio fotográfico que por los cuantiosos gastos en papelería, enmarcado o impresión. Personalizar los resultados llenando de subjetividades y toques personales una técnica tan antigua y llena de mecanismos como la fotografía es la única justificación para mantener activo un laboratorio.

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  3. author 05

    - En la alfombra, al lado de un montón de novelas descansan las remachadas botas de andar, que lo contamos con Cela e incluso me atrevo también a escribir sin demasiado miedo España: 1 tonto 1 idea, a veces 1 tonto en compañía de más pero más de 1 idea raramente. Volví a releer el Viaje de Camilo José Cela, Premio Nobel de Literatura en 1.989, grandes firmas pide que pongas Rioyo. El Viaje de Cela se vuelve a releer cada vez con más gusto, aunque sea para oposiciones en primavera, en junio, entre la 1ª y la 4ª semana, me remito al título, ni te pases ni te embarques. Combina como los licores a los refrescos con Los santos inocentes de Miguel Delibes, en especial sus impagables cursos de alfabetización. Un escritor, un camino, mejor sin saber por qué ni cómo, vale por dónde. Otra vez Delibes, El camino, Bruce Chatwin, The songlines, En la Patagonia, ¿Qué hago yo aquí?, on road, en tren, en la moto con casco, más seguro en avión, la información también vuela, los signos lingüísticos son las señales más refinadas, viajes al corazón, al riñón, al hígado, a la arena del desierto, al polo, a las residencias, a ninguna parte.
    - La antigua Arriaca coincidía con la palabra euskera arriaga, pedregal; los árabes cambiaron el nombre de Guadalajara sustituyendo Arriaca por Wad-al-hagara, valle o río de piedra. Firmas pongas y títulos caigan. La fuente la Galinda es un monte bajo y pedregoso, con mucha caza. 1 bandada de perdices levanta el vuelo, raso, torpón, de pájaro poco fogueado. Quico y el viajero hacen el primer alto, echan un trago, fuman un pitillo y charlan.
    - Aquí mataron 1 vez a uno. El viajero piensa que el sitio está bien elegido, realmente es un sitio muy apropiado.
    - Primero le tiraron las postas y después le dieron lo menos 20 navajazos.
    - ¡Pues lo debieron dejar bueno!
    - Sí, señor, lo dejaron muerto. El muerto era uno de Sotoca de Tajo. El campo está verde, bien cuidado, y las florecitas silvestres -las rojas amapolas, las margaritas blancas, los cardos de flor azul, los dorados botones del botón de oro- crecen a los bordes del sendero, fuera de los sembrados. Las flores a la vera de los senderos han acabado siendo Santolina rosmarinifolia las botoneras, Papaver rhoeas las amapolas, Silybum marianum los cardos para curar el hígado u otros y Chrysanthemum leucanthemum las margaritas, más luminosas las cultivadas en los trabajos escolares de los que hemos disecado el Viaje a la Alcarria de Cela generación tras generación. Sin poder frotarse los ojos en ningún caso, nada recomendable, sus ojos se lo agradeceran, ante los olfatos confiados de los Magister y algunos alumnos repetidores se volvieron a descubrir las ruinas de Recópolis, la ciudad que ordenó construir Leovigildo para regalársela su hijo Recaredo el año 578, ya descubierta por el arqueólogo Juan Catalina García López en 1893. El misterio verdadero sigue siendo el saber cómo puede aprobar la gente el examen de lectura del Viaje a la Alcarria escrito por Cela publicado en 1.952 por primera vez, página 159 enfrente de Zorita de los Canes, al otro lado del río, se ven los restos de la ciudad visigótica de Recópolis, y en sentido contrario, sobre la carretera que va a Albalate, se adivina Almonacid de Zorita, el pueblo donde hace ya más de 1/4 de siglo estuvo de boticario el poeta León Felipe. Esas repeticiones de descubrimientos de misteriosas ciudades ya descubiertas mejor no repetirlos ni en verano por las noches, que más que miedo dan risa, enigmático también el éxito del nuevo periodismo de enigmas según el cual partiendo de otro presunto enigma se inventan otro u otros enigmas bajo el más riguroso secreto. Tras el Parque Natural del Alto Tajo continúa su itinerario por la comarca de la Alcarria alternando rápidos tramos rectos con tranquilos meandros que hasta la mitad del siglo XX eran recorridos por los gancheros transportando las almadías de pinos pinariegos hasta los aserraderos de Aranjuez, de aranz, espino, Crataegus monogyna, otro Colaborador del corazón. Largo viaje del que las Tetas de Viana, a 1.145 metros de altura, singulares montañas gemelas, eran silenciosas espectadoras de su laborioso trabajo salvando las peligrosas turbulencias y las desesperantes barras de arena y grava, un ejemplo muy representativo de los cerros testigos formados por el desmantamiento erosivo de las superficies cimeras o alcarrias del páramo castellano. Las alcarrias son superficies planas que al estar formadas por calizas del Mioceno de mayor resistencia a la erosión que las arcillas, margas y yesos del resto del páramo han quedado elevadas sobre la cuenca de sedimentación. Entre las altas planicies de las alcarrias y las llanuras aluviales de la vega se forman anchas campiñas que se corresponden con las terrazas fluviales más antiguas, por lo que en sus suelos constituidos por abundantes aluviones depositados por el río se cultivan pinos y olivares, conservándose también zonas de matorral y pasto para el uso ganadero. Aunque me gusta más Góngora traducido por Dámaso Alonso reciente también me han llamado Camilo cuando fui adolescente que todo pasa y todo queda incluso se desplazó a su hotel en Madrid para conceder entrevistas porque le habían concedido el Nobel de Literatura me tocó a mí fotografiarlo para un periódico sueco con periodista sueca en el reparto. Trataba de hacer notar mi presencia diciendo a mi víctima que no se preocupara, que acababa en seguida, que actuara como si no le estuviera haciendo fotos.
    - Por mí como si usted se desnuda, me animó a seguir hablando el Premio Nobel de Literatura. Después la periodista del diario de Suecia enviada a entrevistar a Cela resultó que había olvidado sus imprescindibles gafas en su hotel.
    - Si quiere le dejo las mías, ofreció Cela. La periodista sueca estiró 2 deditos y cogió las gafas que le entregó el Premio Nobel de Literatura de 1989 y se las puso.
    - ¡Ah, veo muy bien, gracias, empecemos! Y esa sí que Don Camilo me miró con simpatía y me tomó como testigo de cómo 1 periodista sueca le entrevistó con sus propias gafas caídas en la punta de la nariz. No era sueca de playa, pero que bien nos reímos. Del astronauta perdido por los rusos en el espacio sideral no tengo retratos, que los hay, también autorretratos de Joan Fontcuberta, Premio Nacional en Fotografía de 1.998, que anticipó que en adelante los inventos en fotografía se producirían de producirse desde el diafragma apuntando para detrás, no por las lentes como las de Cela ante los ojos de la periodista sueca, de igual manera que los libros se harían sobre lo que hay dentro de nuestros cuerpos. Culebras ciempiés, ardillas palmípedas, misterios revelados con fotos casi se podría decir que conocidos en todo el planeta. Nunca es poco. Al final vestido de astronauta ruso se tiró al espacio Joan Fontcuberta y se perdió para siempre. Pues no, podía estar en New York, Los Ángeles, Arlès, London, Paris, Barcelona, un pueblo de Barcelona o en otra repetición televisiva y radiada misteriosamente chamuscada. Bueno, al fin alguien se lo creyó.

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el ojo aventurero