sombra del disfraz

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Nadie inventó la mirada poética, la que se posa sobre las personas y las cosas y evoca pequeños sucesos que aunque están atados a su espacio y su tiempo permanecen en la memoria, bien porque ya estaban -una luz, una mirada, una sombra, un vacío, un reflejo, una coincidencia, un encuentro- o porque se incorporan nuevos. Las imágenes también son experiencia, información, enseñanza para la vida, para vivir. Podemos ir a los sitios que ya hemos visto en imágenes y pasear nuestra propia mirada y no se contradice con las demás, al contrario, todas las miradas pueden ayudar a nuestros ojos a ver. Algunos encarcelan la poesía entre los barrotes de otro libro pequeño y normalmente breve sin darse cuenta que son muchas las formas en las que el sentimiento poético puede manifestarse. La Alhambra de Granada es una de ellas: las paredes interiores de los palacios y las torres están decoraos con poemas epigráficos en caracteres árabes de al menos 3 poetas. Estos poemas se iluminan cuando la luz del Sol atraviesa las ventanas y los arcos. De la misma manera, algunas imágenes afortunadas (igual que algunas melodías pop y rock, igual que algunos dibujos iluminados con colores) se quedan grabadas en el cerebro y se iluminan cuando otras imágenes parecidas o sucesos reales semejantes pasan ante esa ventana del cerebro que son los ojos.

El Diafragma es el mecanismo más característico, genuino y diferenciador de las cámaras oscuras, también de las fotográficas, de las imágenes y de la visión. Fue Daniele Barbaro en 1568 quien sugirió colocar un diafragma en la cámara oscura para ver más nítidas las imágenes operando desde dentro. Aunque al plano focal por el que circula la película fotográfica en las cámaras modernas siempre tiene que llegar la misma cantidad de luz, no siempre se dan las mismas situaciones: hay diferencias entre la luz del día y la de la noche, entre la luz natural y la artificial, entre un interior y un exterior, entre una superficie que refleja luz y una superficie opaca, etc. Las cámaras fotográficas tienen 2 dispositivos reguladores de la luz, un obturador que se abre o se cierra durante más o menos tiempo, entre 1/1000 de segundo y disparos de varios segundos y un dispositivo propiamente fotográfico que es el diafragma, el pequeño orificio por el que entra la luz en la cámara oscura, también conocido como la abertura. A lo que más se parece es a la niña o círculo negro central del ojo humano, incluso en su funcionamiento: cuanto mayor es la abertura del diafragma mayor es la intensidad de luz que recibe la película. En términos generales, pues también depende de otros factores, cuando hay menos luz el diafragma debe estar más abierto y cuando hay más luz el diafragma debe estar más cerrado. Si aumentamos el tamaño del diafragma aumentaremos la claridad de la imagen, pero empeoraremos su definición en los planos situados por delante y por detrás del motivo o sujeto al que hemos enfocado. Es uno de los resultados visibles en las imágenes de reducir a un plano una escena de 3 dimensiones, el resultado también de la mejora que se obtiene al colocar delante del diafragma una lente convergente, es decir, más gruesa en el centro que en los lados. Por efecto de la superficie curvada de la lente los rayos de luz que la atraviesan se refractan hacia el eje óptico o centro de la imagen y llegan perfectamente enfocados, como puntos de luz al plano focal por el que circula la película fotográfica; mientras que los rayos de luz que entran por los bordes de la lente llegan al plano focal desenfocados, es decir, como círculos de confusión y no como puntos de luz. La abertura del diafragma se expresa mediante la llamada "escala f" y sus valores de mayor a menor son f/1.2, f/1.4, f/2, f/2.8, f/3.5, f/4, f/5.6, f/8, f/11, f/16, f/22 y f/32. El valor f/2 es una abertura muy grande y el valor f/22 es muy pequeña, es decir, cuanto menor es el número del diafragma la abertura es más grande y cuanto mayor es el número, la abertura es más pequeña. La relación de estos valores entre sí es la de doblar el valor anterior, es decir, f/2 es el doble que f/4, aunque también pueden aparecer en la escala "f" de algunas cámaras pasos intermedios y en la mayoría de los objetivos se puede situar el diafragma entre dos valores. El f/8 es el diafragma medio y para algunos fotógrafos e incluso asociaciones de fotógrafos, como la llamada F8, es el único. La escala f o escala de diafragmas es más o menos amplia según los objetivos y el valor que se tiene en cuenta es el de mayor abertura del diafragma, que está relacionado con la denominada luminosidad del objetivo. En la escala f se expresa con un "1" el valor de máxima abertura posible según el plano focal de la cámara, seguido de ":" y el diafragma más abierto del objetivo. Con un objetivo 1:1.2 se ven las cosas más claras que con un objetivo 1:1.4 ó un 1:2.8 ó un 1:5.6. El valor de un objetivo y su precio viene determinao po rla máxima abertura, cuanto más abertura más claro se ve y más caro cuesta. Los hay de valor incalculable, objetos únicos como el 1:0.7 que la NASA, su creadora y propietaria prestó a Stanley Kubrick para el rodaje de escenas de época iluminadas con velas de Barry Lyndon en 1975. El valor de máximo cierre suele ser irrelevante a partir de f/11, es decir, f/16, f/22 e incluso f/33. Si hay tantos diafragmas en la "escala f", pues realmente bastaría con 3, el abierto, el intermedio y cerrado, es para compensar cómodamente la exposición de acuerdo con la escala de velocidades de obturación y no porque los fabricantes de cámaras quieran amargar la vida a los fotógrafos. Un sujeto u objeto fotografiao está enfocao correctamente cuando la distancia entre la lente más exterior del objetivo y el plano focal de la de película es la óptima. El enfoque por telémetro de algunas cámaras clásicas como la Leica está basado en un sistema parecido al de los ojos humanos: son 2 dispositivos, uno de los cuales mide la distancia real de la escena y otro la distancia ideal o fantasma de la cámara. Cuando se hacen coincidir los 2 está enfocado. Con las cámaras réflex no se plantea este problema porque vemos la escena a través del objetivo, igual que la película y en su mismo plano focal, pues el visor está justo encima del lugar por el que pasa la película fotográfica. Algunas cámaras réflex incorporan además un sistema de telémetro en el centro del visor. Los objetivos réflex "autofocus" hacen esta operación mediante uno de los 3 computadores que suelen tener estas cámaras: uno para la distancia focal o enfoque, otro para el fotómetro y uno más para el motor de arrastre; por eso gastan tantas pilas. El diafragma incide directamente en el plano o los planos que aparecen enfocaos en las fotos. Cuando se enfoca una escena siempre se hace teniendo en cuenta la distancia a la que se encuentra el motivo principal que se va a fotografiar, pero dependiendo del diafragma que hayamos elegido aparecerán enfocados más o menos planos de la escena por delante y por detrás del motivo principal. La distancia entre el plano más cercano y el plano más lejano de los que aparecen enfocados en una foto es lo que se denomina "profundidad de campo", aunque resulta mucho más comprensible hablar del plano o los planos que aparecen enfocados, como en el cine. La menor o mayor profundidad de campo de una foto depende de 3 factores: la abertura del diafragma, la más importante, el tipo de objetivo empleado (con un objetivo gran angular, la profundidad de campo, incluso a máxima abertura, será mayor que la de un teleobjetivo, que comprime los planos) y la distancia desde la que enfoca la cámara (no es lo mismo enfocar a distancias microscópicas que enfocar a infinito, es decir, cuanto más lejos está el objeto enfocado, mayor es la profundidad de campo o de planos enfocados y viceversa). En términos generales los fotógrafos deben recordar que cuanto menor es la abertura del diafragma (f/11, f/16 o f/22) mayor es la profundidad de campo y cuanto mayor es la abertura del diafragma (f/2.8, f/5.6) menor es la profundidad de campo. En los valores de la escala f intermedios la profundidad de campo es intermedia. La profundidad de campo o de planos que aparecerán enfocados en cada foto no se ve por el visor de la cámara ni en ningún otro indicativo (en algunos objetivos sí aparece una minúscula escala de profundidad de campo), tenemos que imaginarlo y esto sólo se consigue manejando con conocimiento de causa el mecanismo del diafragma en relación con los otros mecanismos de la cámara. Una vez elegido y enfocado el motivo principal de la foto el fotógrafo debe decidir si le interesa el contexto en el que se encuentra situado el motivo principal: si le interesa algo más, por delante y por detrás del motivo principal, debe cerrar el diafragma (f/11, f/16 ó f/22) y si no le interesa debe abrir el diafragma (f/2.8, f/4 ó f/5.6). El valor intermedio es f/8, considerado por algunos fotógrafos y estudiosos como el diafragma más genuinamente fotográfico. También es el más aconsejable cuando el fotógrafo no quiera tomar ninguna determinación respecto del diafragma. Una excepción en los valores equilibrados de la exposición a la luz es el disparo con flas, dónde cuenta el máximo valor de sincronización con el obturador para obtener imágenes con toda la mancha iluminada por igual: las Canon analógicas réflex sincronizan en un valor intermedio de aproximadamente 1/90 de segundo representado en el anillo de velocidades por un rayo y las Nikon equivalentes unos apreciables 1/250 de segundo que las hacen más aptas para las escenas deportivas en espacios cerrados y las tomas nocturnas de escenas en movimiento con iluminación artificial. Una vez sincronizado el flas en el punto obligado o a velocidades más lentas si se persiguen efectos con el diafragma se regula la cantidad de luz casi siempre en términos de distancia del modelo respecto del flas, cuanto más cerca más cerrado, como en las tomas macro, a 1,5 metros dan su mejor rendimiento con diafragmas 1:8 ó 1:11 dependiendo de la luz ambiente que puede haber -el flas rellena las sombras duras cuando pega el Sol al modelo, por tanto la exposición sigue siendo la de la luz mayor, la del Sol, pero el obturador debe sincronizarse como máximo a la velocidad recomendada por el fabricante si no se quieren lados oscuros en las imágenes- corresponde a un retrato en plano americano y cuerpo entero y se obtienen fotos oscuras a partir de 3 metros, por eso los grupos numerosos de noctámbulos siempre salen en imágenes oscuras o movidas.

Según la definición de la fotógrafa especializada en retratos y excelente divulgadora de temas de imagen Giséle Freund, también hija de fotógrafo, el reportaje visual a partir de que algo parecido fue posible técnicamente, se define por 1 imagen central o angular, por ejemplo la del miliciano anarquista cayendo herido de muerte en los 1º meses de la guerra civil española, al fin la más conocida del que pasa por ser el mejor, Robert Capa, a partir de la cual giran el resto de elementos que la complementan y explican, donde también caben fechas, identificaciones, textos explicativos, otras imágenes parecidas, incluso el propio libro o publicación donde se recogen, secuelas que duran hasta el presente, pues todavía se discute que la imagen más famosa de la historia no sea 1 escenificación preparada de carácter propagandístico. Aunque no tengo claro cuál sería la imagen central, sí puedo asegurar que dispongo de 1 cámara digital cuyo extra es 1 objetivo más angular que los normales, del 35 mm que se considera aproximao a nuestro campo de visión a los 28 mm de los que abuso en tomas de reproducción de documentos, como afronto el asunto, y experiencia suficiente para saber que unos temas se prestan más al vídeo, que también he inteao o perpetrao, aunque hayan pasado tan desapercibidos que me da casi pudor reseñarlos, y otros a las fotos, donde sí reconozco como mías piezas aceptables, aunque no sé si es porque no hay otras, pero a partir de ahí lo demás de este que inicio me pilla por sorpresa, teniendo en cuenta que las únicas imágenes valiosas son las de lo que había debajo de lo que han pintado o escrito nuevo, por ejemplo esta misma noche. Como quiera que lo que intenté con ahínco fue ser buen fotógrafo, anoto a mi favor que alguna vez me dijeron que escribo bien y al querer precisar el significado del elogio, más allá de menospreciar mis esfuerzos en otros sentidos, me dijeron que a mí por lo menos se me entiende lo que escribo. La cultura propiamente, otra de esas palabras que significa mucho, sería el conjunto de conocimientos que nos trasmitimos generación tras generación, y con registros o pruebas grabaos en piedras deberíamos contar 5.500 años desde el presente. Es fácil que los mensajes que contienen conocimientos viajen, se transporten en soportes más o menos endebles, del futuro hacia el presente, pero no en sentido inverso. Los oráculos, premoniciones, incluso los mesías fueron casi moneda de cambio de nuestros antepasaos. Hasta se analizaba el vuelo de los pájaros, algo que conocido el carácter migratorio de algunas especies buscando la temperatura más apta, no era moco de pavo cuando no había satélites meteorológicos ni telediarios, apenas pequeños avisos y recuerdos de cuando tocaba sembrar o empezar a recolectar la cosecha. Pero donde se espera cierta continuidad aún dentro de los ciclos en que se regenera la naturaleza y la convivencia, a veces la vida nos da vuelcos y revolcones, no tanto el cambio climático como el ciclo histórico, siempre respecto de lo que se esperaba. Acabo descubrir recientemente que soy o más exacto decir que fuí alérgico al concepto de entretenimiento, incluso pasatiempos, como sería ver jugar a otros y que eso me emocione ni mucho menos lo entretenga. Lo nuevo es que también tengo otras cosas, pero quizá mejor que he descubierto gente como yo, no solo individuos, también círculos, grupos, club más o menos nutridos, pues eso siempre me importó poco o menos entre la emoción del descubrimiento. Pero es que encima se renueva, o no sé si decir redobla, incluso intensifica, que es lo que me ocupa últimamente. Así por ejemplo, no soy adicto a la información, que es a lo que remite la informática que practico de manera continuada desde 1988, sino que soy alérgico a lo otro y apenas busqué cosas que como mínimo me mantengan entretenido y de vez en cuando me den 1 alegría en forma de emoción. La novedad es que ahora eso que hago interesa a los que antes se entretenían en esas cosas que nunca me interesaron.

  1. author 01

    Los que revelábamos fotos en blanco y negro de las antiguas sabíamos que de las pruebas aún debíamos restar el 10% del tiempo de exposición que veíamos a simple vista. Esto podía ser así porque los efectos del baño llamado de paro y el fijador no conseguían detener el oscurecimiento de las sales de plata, y también, o los 2, porque al pasar de la penumbra de la luz roja de laboratorio a la blanca deslumbraba de forma que se ve más claro lo que luego se oscurece. Pues bien, vi 1 caso sobre la vida real que se puede equiparar, me refiero a la sobrexposición de la que fue víctima Assange en la crisis catalana, y que pese a haber prometido cerrar el pico y no volver a intervenir, so pena de ver comprometido su refugio en la embajada de Ecuador en Londres, lo que me temo es que algunas de las cosas que hizo o dijo, sigan revelándose como las fotos en blanco y negro antiguas. Como los catalanes no han conseguido todavía internacionalizar el conflicto político, salvo algunas excepciones más bien despistadas, pues si a los catalanes y el resto de españoles nos cuesta seguirlo, dando por imposible entenderlo, 1 australiano encerrao en 1 embajada que parece 1 luciérnaga cuando lo entrevistan o hace apariciones desde el balcón como los políticos catalanes, hasta a mí me parecen crueles y exageradas las medidas que han tomao contra él, cuando además su salto a la fama es producto de 1 malentendido o metedura de pata no relacionada directamente con la crisis política. De los reproches y querellas que se cruzan entre los protagonistas, casi siempre cámara y micrófono por medio, pues entre que las declaraciones ante jueces y fiscales son más solemnes -como mínimo se lo piensa, y también es preceptivo dar tiempo para prepararlas-, y que hay menos comunicación entre ellos que entre Iglesias y Errejón, de la mayoría de las cosas nos enteramos en ruedas de prensa y entrevistas, además de las filtraciones de conversaciones, que son sin duda las más verosímiles, me sigue llamando poderosamente la atención las que tienen que ver con la información y comunicación en general, no tanto porque sean a cual más penosa e interesada de parte, se han cargao programas enteros sin dejar rastro a costa de alguna palabra de más, como porque suyace en ellas, o se transparenta la jerarquía de mando en entredicho. No solo se retransmiten en riguroso directo como acontecimientos de interés general, sino que además se espera y hasta se reprocha judicialmente que las intenciones hayan tenido que ser declaradas a periodistas de confianza, partidarios, dirigentes, cualquier otra autoridad de medio pelo que se lo proponga se arroga el derecho de estar al tanto hasta de lo que se podría calificar de materia reservada -confidentes, infiltraos, reuniones preparatorias anotadas en libretas- donde lo único que se quiere hacer valer es quién manda. En defensa de Assange conviene recordar que su reaparición y salto a la fama como de telediario, no se me ocurre mayor prueba de sobrexposición, o lo que también llaman oxidación cuando es televisiva, fue debida a las correcciones que hizo a la no menos famosa #thenota de el Periódico sobre los atentados de Barcelona y Cambrils de agosto 2017. Más rastrera y censurable me parece la respuesta corporativa de la prensa calificada o descalificada como de las peores del mundo, ni los medios de otros estados se fían de ellos y lo normal es que manden corresponsales, alineándose con el director de el Periódico, que ni siquiera publicó en su momento el aviso de atentados inminentes, sino que fue después y recriminando a Trapero y los Mossos que lo sacó a colación como si hubieran tenido que saberlo por fuerza, y en su caso, gestionarlo de manera tan torpe y poco profesional. Que Assange hiciera el ridículo después, no le resta méritos para reconocer que en notas y avisos atribuidos a la CIA, que nunca los reconoce, excepto el que también se sobrexpuso, de forma que además de confirmarlo facilitaron su fecha: 25 mayo 2017, es impepinable desde la oleada de filtraciones de WikiLeaks a finales 2010, y 1 recriminación suya sigue teniendo más peso, o hubieran debido pesar más que sus opiniones sobre política, cultura y lenguas catalana y española. Y donde veo que pese a su retirada y silenciamiento efectivo, pues parece como si se lo hubiera tragao la tierra, los efectos de su sobrexposición pueden seguir latentes, es que en las múltiples refriegas que tuvo en días posteriores aún fue capaz de organizar y volver a filtrar los cables de la CIA referidos específicamente a Catalunya, que aunque cubren de manera acreditada (su duradero encierro da idea de su verosimilitud) desde los años 2004 a 2010, aunque los bloques nacionalistas enfrentaos se empeñan en no mezclar el terrorismo en los temas de campaña, por si hiciera falta, si hay alguna prueba sobre vínculos de terroristas nacionales, europeos y globales con servicios secretos de estados, están en esos documentos. La parte buena del asunto es que al haber muchos candidatos encarcelaos, amenazaos y en el exilio, nadie podrá poner excusas de dasatención en los medios de comunicación ni silenciamiento. No digo que vayan a batir el record absoluto de 40.000 interacciones en 40 días, entre repuestas, RT y marcas de favorito de Assange, pero de tonterías como elogiarse las corbatas de uniforme como de la necesidad echarse amigos periodistas, estamos vacunaos. Y más con la ventaja de saber que la sobrexposición también tiene contraindicaciones. también tuve abuelas, y luego abuela unos años la que sobrevivió. A medio camino entre la leyenda urbana y la pura maldad, a esta última es a la que se atribuye haberse pegao el susto cuando pusieron water en la estación de Puertollano y tiró de la cadena creyendo que había roto algo por el ruido al caer el agua. Pero no era tan tonta, ni mucho menos, no se movía 1 mosca cuando en el telediario mentaban la palabra mágica pensiones, a la hora de las comidas y cenas. Es lo que me recuerda la recomendación bien fundada de Raúl del Pozo a Rajoy cuando le cayó encima el legao de Zapatero: que cambiara de hablachines, algo que ha hecho tarde, mal y ni siquiera él ni en su provecho. El gusto de mi abuela que más vivió era por los toros, y aunque parecía que se pasaba la vida sentada con la mano en la cabeza, tan mayor como se puede imaginar, podíamos dejarla sola, pero antes de salir se tomaba la precaución de que dejáramos el televisor puesto en el canal que retransmitían la corrida cuando solo había 2. Otra cosa es cómo demonios se enteraba, pues puedo asegurar que solo veía esos anuncios e imágenes, junto con la parte del teledirio sobre las pensiones que refrendaba con:

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    • author 02

      - ¿Qué ha dicho? Como si necesitara que se lo dijeran otra vez. Como en estas fechas navideñas muchas personas buscan sitios donde no se celebren, a nadie se le escapa que también pudo pasar que se haya ido alguien muy querido de esos que creíamos inmortal, y aunque sabemos que el aparato de TV apenas es 1 mueble o lámpara que creemos de uso casi personal, fue zapeando las noticias que hemos entrevisto el programa Saber y ganar del inmortal, verdadera reencarnación de Drácula televisivo Jordi Hurtado que nos ha recordao a otra tía también muy querida, no tanto los programas de adivinación como Pasapalabra o los concursos en general, como ese en concreto, lo sé porque nos visitaba con frecuencia y se quedaba por días, en los años que ya había más de 1 aparato y el de mi cuarto, que de niño era el de estar de la familia, actuaba de secundario, pero mi tía de ninguna manera se la podía perder, mientras que solo lo vi las veces que se lo ponía o buscaba. Por eso, mientras los de Podemos debaten acaloradamente si es su líder el que debe salir a todas horas, pues parece ser que la solución de Rajoy ha consistido en sacar de manera reiterada a elementos que refuerzan sus votos mientras dividen los de su contendiente, mi duda es si esos tipos realmente incombustibles, inoxidables que antes eran toreros -mi abuela se lanzaba a gritar y se llevaba las manos a la cabeza cuando había alguna cogida como si estuviera en la plaza; puedo asegurar que en la plaza de las Ventas y sentao unas filas delante de mí, vi hacer lo mismo a 1 turista japones de manera incontenible en las embestidas del toro aunque no hubiera cogida-, realmente hay algo de elección en personas de carne y hueso como mi abuela y mi tía, y no tanto que sean los empresarios y magnates de la comunicación que los ponen a su antojo. Se me ocurre que mientras hay algunos hablachines para los que parece que no pasan los años, en justa correspondencia hay otros que les caen encima lustros, y no tanto que en las otras cadenas haya toros o pasapalabra o cualquier otro realmente elegido, que se ve dando muestras de criterio. Y también desconozco el mecanismo, pero ese tipo de espectadores también tienen la manera de imponer su gusto. Por supuesto que hay gente que mientras tanto se ha dedicao a investigar el sistema de comunicación entre las abejas, del que se han identificao sus signos, y por tanto la forma o significante y el significao, así como las alarmas entre los cuervos, pero han probao a reproducisrlos, y por tanto algo parecido a entablar conversación con respuesta muy parecida a la de mi tía cuando preguntabas algo, por ejemplo si la temperatura de la casa o el sonido de la emisión diaria de sus programa predilecto estaba a su gusto, con el resultao de no respuesta, de donde se deduce que debe haber algo instintivo que acompañe o de sentido a esas elecciones tan caprichosas que a cualquier otro nos provocan indiferencia o rechazo. Revelar es limpiar, quitar o levantar las sustancias gelatinosas literalmente pegadas al soporte normalmente plástico, últimamente tan complejo como el ojo de una abeja, Apis mellifica, aunque a diferencia casi siempre plano pos enalgunas cámaras sha arqueao en correspondencia al arqueamiento de la punta exterior de la lente biconvexa poniendo de paso más difícil si cabe la imagen desenfocá que no se sabe cómo todavía se consigue hacer que por las fotos oscuras y las movidas ni sha intentao corregir ni sintentará en tiempos. Lo dijo Joan Fontcuberta:

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    • author 03

      - Los avances de la imagen se conseguirán en el corto espacio que va de la punta de la lente biconvexa al plano focal en el que se proyectan las ondas electrómagnéticas qentran por el diafragma en la cámara oscura, por tanto hacer varias mediciones de las luces y las sombras con el fotómetro de las cámaras antes de las tomas y hacer las pruebas necesarias antes de dar por buenas las copias resultantes es la única garantía fiable para no perder el tiempo y dañar su autoestima. Todas las acciones necesarias para la obtención de fotografías las puede ejecutar una persona. Los materiales sensibles a la luz, tanto los transparentes como los opacos, se deben manipular en completa oscuridad en unos casos y en penumbra en otros. En un cuarto situado en la zona más sombría de la casa que se pueda oscurecer por completo y no necesariamente de grandes dimensiones se puede instalar un laboratorio fotográfico. La posibilidad de ventilarlo fácilmente, una toma de agua y un desagüe elevan las prestaciones del cuarto oscuro al gusto del fotógrafo más exigente. En los laboratorios fotográficos deben separarse las zonas secas de las húmedas. En la zona seca, necesariamente cerca de la toma de electricidad, se ubican la ampliadora, los papeles sensibles debidamente protegidos y diversos accesorios. En la zona húmeda, cerca de la toma de agua y del desagüe, deben situarse el tanque de revelado, los productos químicos necesarios para efectuar los procesos, probetas para hacer las mezclas, un termómetro, un reloj, pinzas, cubetas y otros elementos. Es preciso advertir que en ningún caso se deben reutilizar los envases de productos comestibles y bebibles para almacenar productos tóxicos que puedan inducir a confusión; los químicos que se emplean en el revelado y positivado de fotografías son tóxicos. En tono menor es necesario advertir también que los fotógrafos deben prestar atención y cuidado en no mezclar los elementos de la zona húmeda con los de la zona seca ni "transportar" humedad en las manos y en la ropa. Los materiales no velados o ya velados deben tocarse únicamente por el reverso de las emulsiones. En previsión de las dificultades que pueden presentarse en su manipulación es recomendable tener las manos, incluso enguantadas, limpias y secas. Una vez secadas las emulsiones debe evitarse que entren en contacto con la humedad, especialmente si se trata de los agentes químicos que se utilizan en los procesos húmedos. La suciedad, especialmente la "microsuciedad" (motas de polvo, gotas de agentes químicos, pelos, huellas, etc.) son el peor enemigo de los fotógrafos. La ejecución límpia de los procesos fotográficos es una virtud que con el tiempo degenera en necesidad e incluso en obsesión razonable. El objetivo del fotógrafo en el laboratorio no debe ser limpiar los residuos, sino intentar poner fin a su producción desde el primer momento. Una gota de cualquier químico de los que se utilizan en los procesos húmedos, una vez seca puede cristalizar en una mancha imborrable capaz de arruinar cualquier resultado. No sólo pueden sufrir daños las emusiones, tambien la piel, los ojos, que no deben frotarse nunca, ni aún en caso de perplejidad o deslumbramiento emotivo al ver aparecer la imagen sumergida en los químicos, y también la ropa. Las emulsiones transparentes y opacas se "velan" cuando la luz incide sobre su superficie sensibilizada y produce un cambio químico en la misma. Mediante un proceso posterior fácilmente realizable, estas imágenes latentes se "revelan" en un baño húmedo para obtener imágenes positivas o negativas. Aunque se siguen los mismos pasos, son procesos diferenciados. En los envoltorios de las emulsiones sensibles y de los agentes químicos para revelarlas aparecen instrucciones que los fotógrafos deben respetar en los tiempos mínimos recomendados. Con experiencia y buena maña, la mayoría de los entendidos recomiendan sobrerrevelar o revelar un poquito de más -medio minuto añadido ó 4 agitaciones en vez de 3- las películas negativas, pero sin pasarse. Los sastres saben que una manga larga da menos problemas que una manga corta. De hecho, las zonas totalmente transparentes de los negativos se pueden dar por perdidas. Con las copias positivas ocurre lo contrario: una vez secas y endurecidas las emulsiones se oscurecen. En una entrevista publicada en la revista Darkroom Photography en 1989 el fotógrafo Ralph Gibson, que había impartido un curso en el laboratorio de Ansel Adams, reveló que el creador del sistema de zonas tenía un horno deshidratador para secar rápidamente las tiras de prueba y ver los resultados finales de la exposición en las copias. Sin medios tan sofisticados como los de Adams, los fotógrafos que conocen este oscurecimiento reducen el tiempo de exposición obtenido en la tira de prueba en torno a un 10 % de tiempo total. Algunos fotógrafos llegan incluso al 20 % en la reducción. La agitación y la temperatura influyen decisivamente en los procesos húmedos fotográficos. Cuando no se tienen experiencias anteriores con los químicos que se emplean es conveniente agitar por inversión 3 veces cada 30 segundos en los tiempos de revelado cortos, hasta de 9 minutos, y 3 veces cada 60 segundos en los tiempos largos, de más de 10 minutos. Aunque es preferible hacer las mezclas o "diluciones" de los químicos concentrados con agua caliente, pues se disuelven mejor, la temperatura de los diferentes agentes químicos que intervienen en los procesos húmedos deben mantenerse estables en todos los químicos. Los cambios bruscos de temperatura durante el proceso húmedo pueden reticular o trocear las emulsiones sensibles. Los procesos húmedos deben ser continuados hasta completarlos. Nunca se vuelve atrás en un proceso que normalmente incluye un baño revelador, uno de paro que detiene radicalmente el efecto del revelador (el baño de paro se puede hacer sólo con agua y en plan casero con unas gotas de vinagre) y un baño fijador que elimina los granos no "velados" ni "revelados" y endurece las emulsiones. Hasta aquí llega la parte más delicada de un proceso continuado en el que no debe haber descansos o paradas intermedias para hablar por teléfono o abrir la puerta, aunque algunos de estos accidentes han derivado en verdaderos descubrimientos. El proceso se completa lavando las emulsiones con agua corriente durante unos 20 minutos aproximadamente. Se puede reducir el tiempo de lavado con un baño eliminador de restos químicos. Antes de poner a secar las emulsiones se suele emplear un tratamiento con humectador, un detergente químico que hace que las emulsiones sequen uniformemente sin dejar residuos. En fotografía se habla de contraste cuando se hace referencia a la relación entre las zonas claras y las zonas oscuras que componen las escenas. Aunque el ojo humano las percible homogeneizadas y tiene un gran poder de penetración en las zonas muy claras y muy oscuras después de unos instantes de adaptación, las emulsiones sensibles a la luz, tanto las transparentes como las opacas, captan los contrates de luces reales de las escenas y se "especializan" en las zonas de luces intermedias, en los grises en blanco y negro. Para hacer correcciones (un negativo contrastado mas un papel suave igual a una copia normal y viceversa) y porque sobre gustos no hay nada escrito, los papeles se "gradúan" del 1 al 5 según su contraste: un papel del 1 es "suave" porque da muchos grises intermedios y uno del 5 es "duro" porque da muchos claroscuros y apenas grises. Cuando los fotógrafos "normalizan" el proceso de revelado de los negativos y utilizan la misma película y el mismo proceso eligen un papel de un grado, el que sea, y con ese papel lo hacen todo. Aunque funciona como un proyector de luz en vez de como un receptor, una ampliadora tiene los mismos mecanismos que las cámaras fotográficas, fundamentalmente los conocidos anillos de enfoque y diafragmas mas un obturador, en este caso un pequeño cronómetro, aunque también se pueden hacer fotos con un reloj de pulsera y el interruptor de la luz. Aunque para enfocar es preferible mantener el diafragma abierto a tope (1:2.8 ó 1:3.5), para las tiras de pruebas y las copias es preferible cerrarlo un par de pasos (1:5.6 ó 1:8). Teniendo en cuenta que los papeles tienen un indice de sensibilidad de 4 ISO, los tiempos de obturación, normalmente de varios segundos, deben hallarse realizando "tiras de prueba" con un trocito del mismo papel sensible en el que se proyecta hacer la copia. Las tiras de prueba deben colocarse en la zona de luces más variopinta de la imagen negativa proyectada por la ampliadora, en la zona más significativa (en la cara si se trata de un retrato) o, si se desea llevar el sistema de zonas hasta sus últimas consecuencias, en la zona clara de la proyección que el fotógrafo quiere que salga con detalle en la copia, la zona oscura en la que ha medido la luz en el momento de la toma. Aunque se suelen hacer escalas de tiempos sumadas (3, 6, 9, 12, 15...) lo propiamente fotográfico es doblar los tiempos de exposición, igual que con la cámara (lo correcto es 3, 6, 12, 24, 48...), pues de ese modo la separación entre 2 bandas consecutivas es de 1 paso de diafragma y además se consigue un tiempo de exposición claro y uno oscuro para compararlos con el correcto. Teniendo en cuenta que habría que esperar mucho tiempo para ver las superficies secas y endurecidas y por tanto su grado de oscurecimiento, salvo que se disponga de un horno deshidratador para estos menesteres, lo recomendable es reducir un 10 % el tiempo de exposición total en el momento de realizar la copia. Si se hace una reserva o tapado de luces en alguna zona de la foto en el momento de ampliar las fotos conviene ejecutarla tapando a mitad de distancia de la ampliadora y del papel y mover contínuamente la mano o la silueta opaca con la que se realiza la reserva, naturalmente sólo en el caso de que el fotógrafo pretenda que el tapado pase desapercibido. Los fotógrafos no deben conformarse con presentar resultados incompletos. Las fotos deben presentarse acabadas, aunque sin pasarse. Una representación vaga de lo que podría haber sido un resultado final prometedor sólo aporta inconvenientes y pérdida de confianza al fotógrafo. Aunque la moda del momento sea otra, siempre es preferible deslumbrar por el ingenio fotográfico que por los cuantiosos gastos en papelería, enmarcado o impresión. Personalizar los resultados llenando de subjetividades y toques personales una técnica tan antigua y llena de mecanismos como la fotografía es la única justificación para mantener activo un laboratorio.

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    En el seno de una familia judía de Budapest, Hungría, nació Endre Enro Friedman. En los talleres Leitz de Weztlar, Alemania, el ingeniero Oscar Barnack fabricó un prototipo de cámara de fotos con el formato de la película de cine ya existente. La Leica I fue presentada en 1925. Era extremadamente pequeña y ligera en comparación con las que se habían usado hasta entonces, equipada con un objetivo de 50 mm. con diafragma abierto hasta f 3.5 y 6 pasos de obturador entre 1/25 y 1/500 de segundo. Aún sin telémetro de enfoque, incorporado en la Leica III (1933), flash y fotómetro, los fotógrafos, en palabras de Kertesz, empezaron a divertirse haciendo fotos. En joven Endre Friedman, exiliado de Hungría por su militancia de izquierdas, se compró una de las 50.000 Leicas que ya se habían fabricado e intentó ganarse la vida como fotógrafo en los periódicos y revistas ilustrados con fotos de actualidad. La prensa estaba en el centro de todas las batallas ideológicas. Las fotografías de actualidad, posibles con las nuevas cámaras ligeras, eran la gran novedad para un público ávido de información que acababa de conocer la radio y ni siquiera sospechaba el impacto que causaría en sus retinas el gran invento de la televisión. Huyendo otra vez, ésta de Hitler por su condición de judío, Andrés Friedman, su novia Gerda Taro (alemana, de izquierdas) y su amigo "Chim" Seymour (polaco, judío, de izquierdas y fotógrafo) se inventaron al fotógrafo internacional Robert Capa. Gerda vendía por los periódicos las fotos de este misterioso aventurero militante de causas justas. Es así como Robert Capa (inicialmente, la sociedad que formaron Gerda, Andrés y "Chim") tomó parte en la guerra civil española. En agosto de 1936, resguardao en 1 trinchera de Cerro Moriano, Córdoba, Andrés/Robert Capa estiró la mano con su Leica y sin mirar captó la imagen del miliciano cayendo herido de muerte. Esta foto llegó a la prensa francesa en el mes de septiembre de ese primer año de guerra y marcó para siempre el enorme impacto internacional de la contienda española. Aún no ha aparecido nadie que diga ser el muerto de "El miliciano cayendo herido de muerte", el personaje de la célebre foto de Capa, sin embargo sí se ha vertido sobre esta imagen una sospecha de ser un montaje propagandístico, una escenificación interesada. Capa explicó que la hizo sin mirar, sacando la mano desde la trinchera en la que él mismo acababa de resguardarse y disparando la cámara un par de veces al azar. La efectividad de la foto (la primera instantánea de una muerte, su inmediato impacto internacional, la fama imperecedera que proporcionó al fotógrafo) es el único dato que ofrecen los incrédulos para sembrar la duda: es tan rematadamente impresionante que hasta parece mentira. Las fotos inmediatamente anteriores y posteriores a ésta corroboran la versión de fotógrafo. El contexto también está a favor de la autenticidad de esta imagen. Hasta ese momento Robert Capa era el seudónimo de los fotógrafos Andrés Friedmann y Chim Seymour ayudaos por Gerda Taro, la novia de Andrés, para distribuir el trabajo realizado en común. Esta foto tomada en los primeros meses de la Guerra Civil fue la que identificó a Capa con Andrés Friedmann. Chim Seymour continuó fotografiando por su cuenta y con su nombre el resto de la guerra. De haber sido un montaje premeditado, probablemente no habría sido Andrés Friedmann/Robert Capa el fotógrafo elegido y de serlo, habría hecho participar a sus socios. Por otro lado, el desconcierto de la imagen (una foto un poco desencuadrada, desenfocada, movida y defectuosamente iluminada) demuestra a cualquiera que haya tenido una cámara en las manos que no es una foto premeditada o preparada. El azar y Andrés Friedmann/Robert Capa fueron los autores de la imagen más conocida del siglo. Una vez que Chim Seymour decidió continuar la guerra por su cuenta y con su nombre, Gerda y Robert Capa fotografiaron en Valencia los actos del Congreso de Escritores Antifascistas de 1937, con Tolstoi, Malraux y Bergamín entre otros participantes. De este acto son 2 fotos de las pocas que se conocen de los fotógrafos aparecidas en 2018 en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, obra a su vez del polaco Emilio Rosenstein, cuyo seudónimo, pues también era judío, era Emil Vedin. Gerda siguió con los escritores hasta los actos de #Madrid, donde los intelectuales se reunieron con el poeta Rafael Alberti, y Guadalajara, donde visitaron el frente de guerra y homenajearon a los soldados republicanos. Continuó sola hasta Brunete, donde cayó accidentalmente del estribo del coche enel que se había encaramado para fotografiar el frente y fué atropellada por un tanque republicano T 26 de fabricación rusa que se batía en retirada marcha atrás. Murió enel hospital de campaña del Goloso en presencia de la escritora Maria Teresa León, que recordó el triste suceso en sus memorias. Siempre enel bando republicano y ya en solitario, Capa realizó un amplio reportaje, no sólo de la guerra, también fotografió niños, calles, campos, soldados escribiendo y leyendo cartas o en plena clase de alfabetización, protecciones a las obras de arte, mítines políticos y encuentros con intelectuales y retrató a todos los personajes de la época que se pusieron a su alcance. En todas las fotos, Capa se reveló como un admirable admirador de todo lo humano, de todos los gestos, de todas las caras, de todos los trabajos y actividades, de todas las situaciones, de todas las edades. El tema de Capa fue lo humano. Las fotografías anteriores la Leica y a las publicaciones periódicas ilustradas con fotografías de actualidad, es decir, anteriores a 1930 son más estáticas, más contemplativas, más reposadas, más pensadas o planeadas. Capa incorporó la acción por igual a la fotografía y al reportaje. El salto que suponía tener armada la cámara ante cualquier situación a tener que armarla con el pesado trípode, las placas de vidrio o películas emulsionadas, más grandes, más aparatosas en el manejo y más exigentes en la medición de la luz, mucho más lentas en todo el proceso fotográfico, es más o menos el salto que se refleja entre las fotos de escenarios de la muerte y fosas de cadáveres de la Guerra de Crimea de 1855, muy meritoria obra del reportero pionero Roger Fenton, y el reportaje vivo aún hoy, pues fue captado directamente en el límite entre la vida y la muerte, que realizó Capa en la guerra civil española. Pegando trozos de contactos y pequeñas ampliaciones de algunas fotografías, Capa fue rellenando unos Cuadernos de Guerra en España (1936-1939), editados parcialmente en Valencia, en 1987, que demuestran que tenía voluntad narrativa o vocación de reportaje en la realización de su trabajo. Una selección de estas fotografías, recopiladas y ordenadas por el propio Capa, y que probablemente estaban destinadas a ser expuestas en el Pabellón de España de la Exposición Universal de Paris de 1939, igual que el Guernica de Picasso, apareció dentro de una maleta que había pertenecido a Juan Negrín, presidente del Consejo de Ministros de la II República Española, junto con otros documentos sobre la guerra en Suecia, en marzo de 1979. Es la más completa colección de fotografías de Robert sobre la guerra civil española y la más cercana al autor (algo importantísimo en fotografía), pues las eligió y probablemente las positivó él mismo. Para el Estao español, propietario legítimo, esta colección sólo tiene parangón por su incalculable valor emocional con el Guernica de Picasso y merece ser expuesta permanentemente. De alguna manera Capa se hizo fotógrafo en España y es por tanto un fotógrafo español, el mejor de todos los tiempos.
    - El reportaje debe tener inicio y final definidos por unidad de lugar, tiempo y acción. En torno a 1 imagen central que resume todos los elementos de la historia, se agrupan cierto número de fotos que la cuentan en detalle, Gísèlé Freund, fotógrafa de Magnum especializada en retratos y excepcional divulgadora de temas fotográficos, algunos recogidos en el ensayo titulao La fotografía como documento social e 1974. Capa tituló uno de sus libros Slightly out focus (ligeramente desenfocado) reivindicando la estética de lo borroso -fotos movidas, desenfocadas por la rapidez del puro acto fotográfico, que subrayan la intensidad dramática de la escena y las emociones humanas- frente a la estética de la nitidez que había venido impuesta por las características técnicas de las cámaras fotográficas anteriores a la Leica. Robert, que siempre odió las guerras -quería ser "fotógrafo de guerra sin trabajo"-, fotografió de esta manera el alma de la historia, no su simple apariencia. En este mismo año de 1947 y en Paris, Capa fundó junto con los fotógrafos Henri Cartier-Bresson y Chim Seymour la agencia de fotógrafos independientes Magnum, que ha reunido en sus archivos la mejor colección de fotografías de esta segunda mitad del siglo XX. Capa murió el 25 de mayo de 1954 al pisar una mina en el camino de Thai Binh, Vietnam. Después de negociarlo con Cornell Capa, hermano, colaborador en vida y heredero de Robert, el Museo Reina Sofía ha recibido una donación de 205 fotografías de Capa sobre la guerra civil española. Estas fotografías de Capa son, junto con el Guernica de Picasso, cuya residencia definitiva también ha sido fijada en el Museo Reina Sofía, el testimonio más valioso de la guerra civil española, el terrible suceso del que se cumplirán 60 años desde su fin en 1999 y que no ha cesado de producir noticias, libros, películas, exposiciones, homenajes, encuentros fraternales entre los viejos combatientes y un sin fin de recuerdos que mantienen el trágico suceso en un plano de permanente actualidad.

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  3. author 05

    Conocer y recordar a los pioneros de la fotografía ayudará a levantar el ánimo a los fotógrafos que se encuentren el dificultades técnicas. Se considera fecha inicial de la fotografía el 3 de julio de 1839, día en el que el invento de la sociedad que habían formado Daguerre y Nièpce en 1829 fue declarado por la Cámara de Diputados de Francia un bien de dominio público. Se consideró un invento de dominio público porque era muy difícil registrar y proteger con patentes un invento tan extremadamente sencillo cuyas partes componentes ya habían sido descubiertas años e incluso siglos antes. El 27 de septiembre de 1835, otra fecha clave, la noticia del invento apareció publicada en el Journal des Artistes de Paris. En 1839 el periódico Vossiche Zeitung de Berlín empleó por primera vez la palabra "fotografía", dibujo de luz, para hablar del invento. De 1839 es también el primer retrato fotográfico conocido, el de Karl Drapper, profesor de la Universidad de Nueva York en la que se investigaba el invento. En 1872 el Daily Graphic de Nueva York publicó la primera fotografía en un diario. El 12 de junio de 1826, Joseph Nicéphore Niépce, que vivió entre los años 1765-1833 en Chalon sur Saône, al Oeste de Francia y que había iniciado sus investigaciones en 1813, introdujo una placa de láminas de cobre sensibles a la luz e hizo la primera fotografía de la historia en su casa familiar de la aldea de Saint-Loup de Varennes, una imagen de la ventana de su cuarto de trabajo expuesta durante todo el tiempo que duró el ciclo solar del día señalado. Para dar una idea de la trascendencia del invento baste señalar que la popular y hoy imprescindible bombilla fue inventada por Edison en 1878. Los pioneros de la fotografía trabajaron necesariamente con luz natural durante más de 50 años. Louis Jacques Mandé Daguerre, que vivió entre los años 1789 y 1851, autor de "Exposición histórica y descripción de los procedimientos del daguerrotipo y del diorama", publicado en 1839, perfeccionó el sistema de revelado empleando láminas de cobre plateado tratadas con vapores de yodo. Ponía estas láminas dentro de la cámara oscura y hacía una exposición de 15 a 30 minutos. Después revelaba la imagen así obtenida colocando la placa sobre una vasija de mercurio caliente. De esta manera las partículas de mercurio se adherían a las zonas de yoduro de plata impresionadas, con lo cual obtenía una imagen positiva. Las imágenes siguieron elaborándose en copias directas sobre materiales planos emulsionados con sustancias sensibles a la luz hasta que en agosto de 1835 William Henry Fox Talbot, que vivió entre los años 1800 y 1877, inventó el papel sensibilizado y el proceso fotográfico negativo-positivo y elaboró el primer libro hecho de imágenes multiplicadas: lo tituló El pincel de la naturaleza. El primer negativo fotográfico de la historia es una vez más una imagen del ciclo solar recorriendo una ventana vista desde el interior. Por sí mismo el invento de la visión en negativo de Fox Talbot, uno de los muchos procedimientos para obtener fotografías, ha aportado recursos, conocimientos y soluciones para otras áreas de investigación como la elaboración de mapas o los estudios con virus infecciosos y microorganismos en general, cuyos elementos componentes para su mejor comprensión. El proceso negativo-positivo de las fotografías también fue aprovechado por la informática en su impresionante desarrollo. En los primeros años 50 los circuitos electrónicos de los computadores ocupaban un edificio entero, pero como era imposible instalarlos en las naves espaciales, que era para lo que más se necesitaban en aquellos años, los especialistas iniciaron un imparable proceso de miniaturización de los componentes. El primer paso fue imprimir los circuitos electrónicos con los conocimientos alcanzados por la imprenta. El paso siguiente fue elaborar los circuitos con el proceso fotográfico, en negativos que se revelan con un proceso parecido al de las fotografías. Otra consecuencia impresionante que se puede adjudicar al invento de Fox Talbot son los rayos X, especialmente utilizados en la medicina. Los hermanos Lumière inventaron el cine, la proyección luminosa en una pantalla de 20 fotografías dobles (para evitar la sensación de traqueteo) por segundo, suficientes para engañar al ojo humano (bastaría con proyectar 26 imágenes por segundo) y crear esa ilusión electrovisual que llamamos cine, en 1895. Y aprovechando los avances experimentados por el cine, tanto de una cámara oscura capaz de registrar y proyectar 40 fotografías por segundo ó 20 imágenes dobles, como de la película de plástico bañada con sustancias químicas sensibles a la luz y al color (desde 1935) capaz de registrarlas, el ingeniero alemán Oscar Barnack fabricó la primera cámara fotográfica ligera, la mítica Leica que se comercializó en Europa hacia 1930.

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